Todo este tiempo - YunJae




Diez años más tarde…

- ¡Jiyool, baja ya! -Yunho gritó desde la parte baja de las escaleras. Changmin lo observaba divertido.

- Los sobrinos son tan hermosos -dijo sarcástico.

- No estoy de humor, Changmin. Esa niña me escuchará si no está aquí en dos minutos. -Yunho observó su reloj.

- De seguro estará mirándose en el espejo. Deberías estar resignado, porque se parece tanto a- Changmin se detuvo antes de cometer una tontería. Pero al parecer, Yunho no lo había notado, pues se encontraba más desesperado en que su hija le obedeciera.

- ¡Ya estoy, papi! -Una pequeña niña se dejó ver en lo más alto de las escaleras, bajando con rapidez y una enorme sonrisa en el rostro.

- ¡Ten cuidado! -Yunho logró atrapar a su hija cuando ésta decidió tirarse desde los tres escalones faltantes. - Imagina si no hubiera estado.

- Tío Changmin me habría ayudado. -Respondió la pequeña de tres años y medio, buscando la ayuda en el otro hombre de la sala.

- No me metas en tus problemas, pequeña. No quiero lidiar con tu padre enojado. -Changmin caminó hacia la cocina, escuchando a lo lejos los riesgos que la pequeña Jiyool habría sufrido según le decía su padre.

- ¡Tío Changmin! -El mencionado regresó al campo de batalla y observó a Yunho tratando de consolar a su hija, pero a la vez regañándola. Ser padre era difícil.

- Deja de torturar a Yunho, Jiyool. -Changmin le ofreció una galleta de chocolate.

- Es divertido hacerlo -respondió con una sonrisa y aceptó la galleta, comenzando a comerla en ese instante. 

- ¿Tu llanto era una mentira? -Yunho ya lucía cansado y no habían salido de casa. Changmin se lo repetía mentalmente, ser padre era MUY difícil.

- Bien, salgamos y así podremos tener excusa para salir temprano de la fiesta. -Changmin abrió la puerta de la casa de Yunho. No le sorprendió ver a algunos fotógrafos y fanáticos en el lugar.

Yunho tomó su abrigo y uno para su hija y siguió a Changmin hacia su auto. Su hija saludó a todos los fotógrafos, ocasionando que más flashes se hicieran presentes.

A Jung Jiyool le encantaba recibir atención, aunque en un inicio no sabía el porqué, hasta que su padre le explicó aquella época en la que él y su tío Changmin eran famosos cantantes.  Ahora era el super padre U-know Yunho. Le seguía divirtiendo aquel nombre.

Se dirigían hacia la fiesta que organizó un viejo amigo de Yunho. Fiesta a la cual no habría asistido, de no ser por su hija. Quien replicó de no conocer a ningún amigo suyo, salvo los de la cafetería que le hacía visitar cada poco.

Muchos actores, actrices y cantantes estarían en la fiesta. Algunos de ellos con sus familias. Todo había sido planeado por ese motivo, para reencontrarse y saber lo que los otros habían hecho en su ausencia del espectáculo. Otros incluso no se habían alejado de éste, pese a los hijos que habían procreado.

Otros siquiera pensaban en casarse aún. Changmin era uno de ellos, aunque tenía una relación formal desde un tiempo atrás. Formalizarse era una cosa, pero formar una familia era un tema aparte. 

Disfrutaba ser el tío de la hija de Yunho. Era como ser padre, pero sin tanta responsabilidad.

Yunho no imaginó ver a varios niños en el lugar. Todos muy bien vestidos, pero que no era impedimento para que se encontraran corriendo de un lugar a otro.

- ¡Papi bájame! -Jiyool suplicó al ver como el resto de los niños se divertían. Ella quería ser parte de eso.

- Bien, pero ten cuidado. -Yunho se quedó con el abrigo de su hija en las manos, quien había ignorado olímpicamente a su padre.

- Algún día nos dejan. -Changmin trató de darle apoyo, pero Yunho no lo miró así.

- ¿Dónde está Sunyi? -Ambos caminaron hacia la barra. Yunho agradeció tanto que no había alcohol, dadas las circunstancias.

- Debía asistir a la semana de la moda en New York. -Changmin pidió bebidas para los dos.

- ¿En qué momento se casarán? -Llevaba mucho tiempo comprometido, que Yunho comenzaba a dudar si realmente se casaría.

- Seguimos buscando fecha. -Changmin bebió de su vaso, mirando por todo el salón para evitar más preguntas.

Su vista se posó por unos cuerpos que no veía desde hace mucho. Siempre creyó que al volverlos a ver sentiría rabia o dolor. Pero no sintió nada.

Quizá asombro, porque no imaginó verlos en aquel lugar. Menos con las personas que los acompañaban. Pero recordó que el anfitrión era muy amigo de Jaejoong y sin duda alguna, había influenciado en dicha actividad.

Llevó a su mayor hacia otro lado. Yunho se encontraba tan concentrado en buscar a su hija, que no había notado la entrada de aquel trío y sus acompañantes.

- Iré por Jiyool, tendrá sed para ahora. -Yunho iba a tomar el camino por donde aquellos hombres se encontraban saludando. Changmin lo impidió.

- Deja a tu hija por un momento, ella sin duda alguno se está divirtiendo más que tú, abuelo. -Yunho lo miró con asombro.

- Eso duele, ¿sabes? Pero ¿y si se lastimó y no quiere decirme? -A Yunho se le llenó el rostro de pánico. - ¿Y si se encuentra inconsciente en algún lado?

- ¿Te das cuenta? Estás enloqueciendo. -Detuvo a un camarero que pasaba a su lado y entregó los vasos vacíos y tomó dos copas de champán. - Ten, relájate un poco.

- No beberé nada, hay niños presentes.

- Es champán, aguafiestas.

Jiyool, por su parte, se encontraba haciendo nuevos amigos. Unos niños en especial se habían juntado a ella.

- ¿Conoces a los niños de aquí? -Le preguntó el niño más alto, quien no soltaba la mano del que podría ser su hermano menor.

- No. Es la primera vez que asisto a una fiesta como esta.

- ¿A tus padres no los invitan como a los nuestros? -Preguntó el más pequeño.

- No lo sé. -Jiyool no quiso aclarar que su madre ya no se encontraba con vida. Odiaba cuando se apartaban de ella porque no sabían cómo lidiar con eso.

- ¿Estará bien si nos quedamos juntos y jugamos? -volvió a preguntar el mayor.

- Claro. -Por su felicidad, había olvidado presentarse. - Soy Jung Jiyool.

- Yo soy Park Suntae y él es mi primo Kim Mooyu. Pero no somos primos de verdad, nuestros padres son amigos y por eso crecimos juntos. -Jihye sonrió a ambos.

- Es como mi tío Changmin y mi papá. No son hermanos pero es mi tío Changmin. -Se alegraba de saber que no era raro decirle tío a un amigo de su padre.

- ¡Exacto!

Los tres niños iban a planear otro emocionante juego, cuando Suntae se quedó observando un cuerpo que se encontraba a unos metros de ellos.

- ¿Qué pasa Suntae-oppa? -Preguntó Jiyool.

- ¿Estás viendo fantasmas? -Mooyu preguntó mientras se escondía detrás de la niña.

- No. Creo que es el tío Joong.

- ¿El tío Joong? -Jiyool observó a ambos niños.

- Es otro de nuestros tíos. -Suntae comenzó a caminar hacia aquel cuerpo, siendo seguido por los otros dos niños

- ¡Tío Joong! -gritó Mooyu al ver claramente al hombre.

- Chicos, ¿qué hacen aquí afuera? -Preguntó nervioso, mientras colocaba algo debajo de su pie. Jiyool sintió un olor extraño.

- Huele raro. -Habló la niña.

- Es el aroma del tío Joong -Respondió con gran inocencia Mooyu, logrando que Jaejoong se sonrojara por ello.

- Una vez olí lo mismo y mi papi dijo que era malo oler así. -Jiyool inspeccionó al alto hombre. Le pareció muy guapo, aunque fuera mucho mayor que ella.

- Tu papi es un tonto -Suntae le dijo a Jiyool. Nada en su tío Joong estaba mal.

- No seas así, Suntae. -Jaejoong regañó. Comprendía lo que el padre de aquella niña le había dicho. Pero fumar le tranquilizaba demasiado. - La pequeña tiene razón.

- Como siempre -sonrió victoriosa. A Jaejoong le hizo mucha gracia; veía algo de él en ella y eso le pareció encantador.

- Lo siento, Jiyool. -Suntae volvió a su ánimo de minutos atrás luego de su disculpa. Después de todo, quería mantener su amistad con Jiyool.

- ¿Cómo? -Jaejoong observó más a la niña. Tragó duro.

- ¡Jiyool! ¡Jiyool! Aparece o juro que estarás castigada por todo un mes. -Aquella voz hizo paralizar más a Jaejoong.

- Ya está exagerando. -Jiyool sonrió a sus amigos. - Vengan, conozcan a mi papi. -La niña jaló a Suntae fuera de los árboles que los ocultaban. Mooyu y Jaejoong los siguieron. - ¡Papi!

Yunho giró hacia la voz que lo llamaba, quedándose estático por algunos segundos. Su pequeña era seguida por dos niños y Jaejoong.

¿Qué hacía Jaejoong en el lugar? ¿Por qué estaba con su hija? ¿Quiénes eran esos niños? ¿Por qué su pequeña parecía tan feliz al estar con esas personas?

¿Por qué su corazón se sentía tan pesado al ver nuevamente a Jaejoong, luciendo igual de bien pese a todos esos años?

La última vez que lo había visto, fue cuando ambos estuvieron cumpliendo con su servicio militar. Incluso entonces creyó que se verían con más frecuencia, pero el control que la empresa tenía sobre él nuevamente influyó en sus acciones.

- Hola. -Fue lo único que pudo decir para quitar la mirada de duda que se formaba en los tres menores.

- Yunho. -La voz de Changmin hizo que todos fijaran su vista en él. Quien tenía a Yoochun y Junsu, y sus esposas, detrás de él.

- ¡Tío Changmin! -Jiyool corrió junto al más alto. - Conoce a mis nuevos amigos y su tío. Son muy agradables, tío Changmin. ¿Podemos comer juntos otro día? -miró hacia su padre. - ¿Podemos invitarlos a la casa, papi?

- No creo que sea buena idea, Jiyool. -Changmin tomó a la pequeña en sus brazos, su hyung parecía no poder pronunciar palabra alguna.

- ¿Por qué no? -Jiyool miraba triste de su padre hacia su tío y luego hacia sus nuevos amigos.

- Porque son personas muy ocupadas. -Yunho respondió.

- No tanto como ustedes. -Yoochun salió para tomar a su hijo. - El que nuestros hijos se encuentren y deseen ser amigos, debe ser lo más irónico de la vida. 

- Yoochun, no digas eso. -Su esposa lo reprendió. La situación se tornaba confusa para los niños.

- Jaejoong, al fin te encuentro. -Otra voz masculina rompió la tensión del momento. - Te busqué por todo el salón y no me quedó de otra que salir. -Llegó hasta el mencionado y lo tomó por la cintura.

Yunho no pudo evitar no mirar hacia aquella mano que se posaba muy segura sobre la cintura de Jaejoong, y éste parecía muy cómodo con el agarre.

- Debemos entrar -la madre de Mooyu tomó a su hijo en brazos y entró. Siendo seguida por la esposa de Yoochun y su hijo.

El resto de los hombres y Jiyool se quedaron.

- Changmin, lleva a Jiyool dentro. Necesito hablar con ellos por unos minutos.

- No te dejaré, Yunho. -Junsu y Yoochun observaban con un poco de dolor al menor. Eso parecía una guerra. - Ustedes no dejan solo a Jaejoong. -Reprochó.

- ¿No te agrada el tío Joong, tío Changmin? -Yunho cerró sus ojos para no soltar una locura.

- Él no es tu tío, Jiyool. -Changmin la reprendió.

- Pero soy amiga de Suntae y Mooyu. Puedes ser mi tío, ¿verdad? -Jiyool sonrió más ampliamente cuando Jaejoong le sonrió y asintió a lo que había dicho. - También sus padres, ¿cierto? -Yoochun y Junsu miraron con ternura a la niña.

La pobre no sabía cuántas barreras había entre ellos cinco. Y el explicárselo en ese momento sería muy confuso para ella. 

- Vamos dentro, Jaejoong. -Volvió a decir el hombre que sostenía a Jaejoong. Quien no opuso resistencia cuando lo guió hacia el salón.

- Espero nos volvamos a ver, pequeña. -Junsu se despidió de Jiyool con una sonrisa.

- Sí, cuídense. -Movió su pequeña mano en despido. Quiso abrazar a Yoochun pero Changmin se lo impidió. - No pude despedirme bien. -Hizo un puchero.

- No debes entablar una relación con ellos, Jiyool.

- ¿Por qué no, tío Changmin? -Yunho detuvo a Changmin de que siguiera hablando.

- Yo hablaré con ella luego. - Si bien habían tenido problemas con aquellos hombres en el pasado, eso no significaba que él influenciaría en la cabeza de su hija diciendo cosas malas de ellos. Como tampoco dejaría que Changmin soltara algún comentario sobre ello.

Pero deseaba esperar un poco más para ello.

Porque su hija tenía una gran habilidad para recordar cosas que no debería. Y el nombre de Jaejoong fue lo que buscó ni bien regresaron a casa y aprovechó su corto tiempo que tenía para utilizar la computadora.

- ¡Papi! -Jiyool corrió hacia el cuarto de su padre. Quien se encontraba recostado sobre su cama, pensando en aquella velada.

- ¿No tienes sueño todavía? -Yunho la tomó en sus brazos y la sentó en la cama.

- ¿Cómo podría? ¡No me dijiste que el tío Joong y los padres de Suntae y Mooyu también estuvieron contigo y el tío Changmin en el escenario!

- Jiyool...

- Vaya... quisiera tener más edad. -Soltó con un suspiro. Su padre la miro sin comprender. - El tío Joong es tan magnifico. ¡Y me sonrió! -se tiró sobre la cama cual niña enamorada.

Si supiera que su padre, años atrás, daba su vida por mirar esa sonrisa para él.

- Deja de pensar así, Jiyool. -Su hija no dejaba de dar pequeños saltos en la cama, exigiendo que se le contara las cosas. - Es una gran historia.

- Bien, pediré la versión corta en internet. -Como pudo, se bajó de la cama.

Odiaba que los niños ahora supieran utilizar todo en tecnología sin gran parte de ayuda. Y si su hija encontraba más información de lo sucedido, no sería nada lindo. Sumándole todos los comentarios negativos hacia él y todos los implicados.

- ¿Prefieres que una máquina te cuente? -Yunho la siguió, haciendo que su hija se detuviera.

- Papi... -Jiyool la miró con un poco de tristeza. Siempre ganaba con esa mirada.

- Bien, te contaré. Ven aquí. -Extendió su mano para que ella la tomara y así regresar a su habitación y contarle todo. O gran parte.

Al contarle a su hija, viejas heridas fueron sacadas nuevamente. El recordar aquellos años y el dolor que vivió no era fácil. Y aunque Jiyool estuvo a punto de llorar por todo, no permitió que su padre se detuviera. Era una niña muy valiente.

- Papi... -Jiyool abrazó a Yunho cuando éste le dijo que había terminado. - Quiero hacer algo, por favor.

Yunho miró curioso a su hija, quien lo veía con una sonrisa en su rostro, pero sus ojos demostraban parte de la tristeza de su padre.

- Será hasta mañana, pequeña. Ya es muy tarde. -Yunho comenzó a acomodar su cama para introducirse en ella y dormir.

- Pero no he dicho nada -reprochó.

- Bien, dime.

- Será hasta mañana, papi. Ya es muy tarde. -La pequeña le dio un beso en la mejilla, para luego acomodarse en la enorme cama.

Esa era su hija, la misma que había criado por un poco más de un año solo. La que parecía retomar el brillo que se había esfumado luego de la muerte de su madre.

Todavía le parecía increíble la forma en que la prensa y su supuesto apoyo del fandom habían actuado respecto a su relación. Con el tiempo, la presión de ambos medios logró que comenzaran a separarse, para luego pensar en el divorcio; ambos buscaban la forma y momento para decirle a su hija. Quien no llegaría a escuchar que sus padres iban a separarse, ya que pronta a cumplir los dos años, tuvo que asistir al funeral de su madre; al ser víctima de un grupo de fanáticas y medios de comunicación siguiéndola cuando se dirigía a su casa.

Yunho seguía preguntándose porqué le hacían eso si proclamaban que lo amaban. Todavía agradecía tanto a Dios porque a su hija la quería, pero nunca estarían felices con la persona a la que decidiera amar.

¿Por qué sería así siempre?

Porque de haberlo sabido, quizá nunca hubiera dejado a Jaejoong. Aunque una consecuencia de ello era tener a su hermosa hija.

Pero todo lo que sufrió y estaba por vivir ya había sido decidido por Dios. Aquel que siempre le guió en la vida aunque no lo supiera, aunque no lo viera. De alguna forma, sabía que llegó al mundo por alguna razón, y sea lo que fuere, lo cumplía.

Pero seguía sin creer la forma de ser de su hija, quien había crecido muy bien. Acompañada siempre de su amor, de sus abuelos tíos y primos; pero sabía que le hacía falta algo.

Y fue algo que utilizó para chantajearlo e invitar a Yoochun, Junsu y sus familias, siendo acompañados por Jaejoong.

El que llegaran y los medios no se enteraran fue difícil. Pero ya poco le importaba. Su hija cumpliría cuatro años y era el día para consentirla más que nunca.

- Jiyool es una manipuladora. –Yunho daba órdenes a los meseros que comenzarían a repartir los aperitivos.

- No empieces. –Se movía de un lado a otro, asegurándose que todo estuviera en orden. Changmin tomaba su segundo pastelillo.

- Tengo razón. Tiene primos, me tiene a mí. ¿Qué más quiere esa niña? –Changmin ignoró la fuerte mirada que su mayor le dio.

- Sabes lo que le falta. –Yunho masajeó sus sienes.

- Pensaban separarse, ¿no? Eso es peor que tu padre muera. –Changmin se limpió todo rastro de dulce con una servilleta.

- Era su madre, claramente no es lo mismo. –Yunho quería hundirse en ese momento. Deseaba desaparecer unos segundos para enfriar su mente. – Y ella tiene razón, necesita interactuar con más personas.

- Lo hará cuando entre a estudiar. Luego lo odiará.

- ¡No! –Yunho bajó la voz al mirar que llamó la atención. – Mientras eso suceda, ella me reclamará sobre ello. Yo… yo sólo quiero que sea feliz.

- Pero te hace infeliz mirarlo aquí. –Yunho lo miró con asombro. - ¿Qué? ¿Crees que ninguno lo notó? Estuvo acosándome todo éste tiempo para saber tu número. Heechul ya no accedió más a dárselo porque miró que no hacía ningún movimiento.

- ¿Heechul le daba mi número? –Yunho miró hacia donde se encontraba el centro de sus problemas.

- Los otros dos también me acosaron. Pero querían saber cómo estaba y que me invitaban a comer así que, ¿quién soy para negar una comida? –Changmin miró hacia su alrededor, como si aquello no fuera mucho.

- ¿Se reunieron? ¿Los tres?

- Por partes. Hubiera preferido que así fuera, me cansé de repetir las cosas. No hablamos de ustedes –explicó al notar el creciente interés de su mayor. – No de esa manera, al menos.

- ¿Qué tanto hablaron? –Yunho dirigió su mirada hacia el jardín, donde la fiesta se estaba llevando a cabo. Su hija corría de un lado a otro, jugando con sus primos y los hijos de sus ex compañeros de grupo.

- No mucho. Sus deseos de siempre, estar juntos los cinco y que no salga ningún trapo sucio a luz.
- Imposible.

- Lo mismo dije. Pero pareciera que su supuesto amor los ciega. –Changmin apretó sus manos, odiaba hablar de eso y que su rencor saliera a flote.

- Es imposible querer retomar lo que fuimos una vez sin hablar de todo lo que pasó. De todo el daño que nos hicimos. –Yunho se cruzó de brazos.

- ¿Hablas por los cinco o…?

- Por todos.

- Bien, si realmente mantendrás esa postura; recomiendo que hables con ellos. Principalmente con Jaejoong –soltó un suspiro. Hacía tiempo que no mencionaba aquel nombre. – Jiyool parece tenerle mucho aprecio.

Y tenía razón. En ese momento se encontraba abrazado a él, charlando y riendo como si no hubiera nadie más en el mundo.

Yunho soltó un gran suspiro en resignación.

¿Su hija habría heredado su gusto por Jaejoong o es que sentirte atraído por él era algo que no se podía evitar ni por la edad?

Al terminar la fiesta, únicamente se tiró al sofá para buscar algo de descanso. Todos sus invitados se habían marchado, excepto uno.

Jiyool había acaparado a su tío Joong en su habitación para mostrarle todos sus peluches y juguetes. Jaejoong compartía sonrisas sinceras con la pequeña, algo que le dio paz a Yunho.

Si las cosas serían así en un futuro, ese era el momento adecuado para hablar con el otro.

- Jiyool se quedó dormida. –La voz de Jaejoong lo despertó de su pequeño momento de reflexión. – Su colección de peluches es enorme. –Sonrió como siempre lo hacía.

- Los ama. Regalarle uno es ganarte el cielo para ella. –Se levantó. Seguía indeciso si hablar con él al respecto, o dejarlo marchar.

- Bueno… supongo que debo irme. –Jaejoong no sabía si despedirse o únicamente salir del lugar. Optó por lo segundo, pues se estaba formando un incómodo silencio entre ambos.

- Jaejoong, espera. –Ambos cuerpos se encontraban frente a la puerta. Algunos flashes y murmullos los acompañaron. – Todos sabrán que fuiste el último en irte.

- ¿Y qué si lo saben? –Lo miró con un poco de dolor. – Lo lamento, no debí-

- Está bien. Ya no debe importarnos lo que dicen sobre nosotros; pero no somos los únicos afectados.

- Lo lamento. –Ambos se miraron. – Lamento no haberte acompañado en un momento tan doloroso.

- No habría sido la mejor persona contigo si hubieras estado.

- Sí, leí algo al respecto. –Jugaba con sus manos. – Incluso así, me habría mantenido a tu lado. Lo lamento.

- Es parte del pasado ya. –Otro pequeño silencio. – Pero quiero que hablemos. Sería mentirnos si dijéramos que no nos volveremos a ver. Jiyool te ama.

- ¿Qué? –se sonrojó. – Bueno, se le pasará con el tiempo, supongo.

- Nadie puede olvidarte así de fácil, Jaejoong. –Volvieron a mirarse directamente, ésta vez por un tiempo más largo.

- Entonces… ¿de qué querías hablarme? –Jaejoong comenzó a mirar hacia varios puntos de la casa. Donde sea mientras no fuera los ojos de Yunho.

- Sí, sígueme.

Yunho lo guió hasta su cocina, donde le sirvió un poco de jugo y le habló gran parte de sus inquietudes y pensamientos.

Hablar de su hija era la prioridad, pero fue inevitable no sacar el pasado a flote. Y las lágrimas los siguieron.

Ambos sintieron que liberaron gran parte de sus almas. El peso de sus hombros había desaparecido y la incomodidad decidió irse.

Jiyool había vuelto a ver a su tío Joong luego de su fiesta de cumpleaños. Gustosa de compartirlo con Suntae y Mooyu y sus nuevos tíos y tías. Sentía su corazón más cálido al compartir con más personas.

Pero sobretodo, le agradaba mirar a su padre con un brillo extra. Sabía que era porque volvía a reunirse con viejos amigos, pero brillaba más con su tío Joong cerca.

Aunque no le gustaba escuchar que su tío Joong llevara a un extraño hombre con él en algunos momentos. Internet se llenaba con fotos de ambos y no podía más que cruzarse de brazos y mirar enfadada.

Porque por más que le hizo notar a su tío Joong sobre el problema, él le había dicho que intentara conocer a alguien muy querido para él.

Y con el tiempo pensó que no era tan querido, pues dejó de verlo. No sabía si era porque su padre también se veía molesto cuando los estaban juntos o por apoyarla; sea cual fuera la razón, estaba feliz de que ahora su padre y su tío Joong compartieran más tiempo con ella.

Sentía que finalmente tenía una familia completa. Que poco a poco su pequeño corazón dejaba de ser tan frío y distante.

El dolor de no tener a su madre seguía latente, y por las noches todavía necesitaba el cobijo de su padre. Pero durante el día, todas las personas que tanto amaba estaban para ella.

“Mami. Ésta es tercera carta para ti. Otra vez pido perdón por mi fea letra, pero papi dice que no debo adelantarme tanto en mis clases o cuando ingrese a la escuela, los otros niños se sentirán inferiores a mí.

Quiero decirte que no te he olvidado. Eres mi mami, yo te amo mucho al igual que mi papi. Pero el tío Joong está siendo otro buen papi para mí. ¿Está bien que él venga todos los días y cocine, verdad? Papi de todas formas no lo hacía para nada bien, ¿recuerdas?

Tío Chun y tío Delfín también son muy buenos. Al igual que tío Changmin, me visitan casi todos los días. Tenerlos a todos en casa me hace sentir más querida, sé que papi ya no se siente solo tampoco. Pero te seguimos extrañando.

Bueno, también te escribía para preguntarte si no te molestas si papi y yo nos mudamos. Me dijo que era porque quería que el tío Joong viviera con nosotros. Creo que pronto el tío Changmin, el tío Delfín, el tío Chun, Suntae-oppa y Mooyu también vivirán con nosotros. ¡Eso me hace muy feliz mami!

Sé que Dios y tú hicieron que mi papi y yo tuviéramos más personas amorosas a nuestro lado. Gracias


Tu pequeña siempre, Jung Jiyool.”

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