En la oscuridad - Capítulo 8

Capítulo 8

-¿Solo destruirlo? –volvió a preguntar Yunho.

-Claro ¿Qué imaginas? –Jaejoong  bajo hasta la entrepierna de Yunho, para comenzar a darle leves masajes con su mano.

-Ah~ -reaccionó ante el acto. –Mételo a tu boca Jaejoong. –dijo cuando el mayor se encontraba frente a su erección.

-Espera un poco. –Jaejoong dio un leve suspiro sobre la erección del otro. Como burla. Y demostrar la autoridad que tenía sobre el otro.

-¿Seguro? –amenazó Yunho. Jaejoong soltó una risa burlona.

-No te quieras dar más autoridad que la que ya tienes. –de una manera sensual se levantó para acercarse a su boca y darle un profundo beso. –Que con el simple hecho de que seas tú el que me joda, basta. –presionó de una forma dolorosa el pene del otro.

-Jae… Joong... –Yunho sintió un enorme dolor. Y un tanto de miedo. Pese a que llevaba tiempo con Jaejoong, pocas veces lo había visto enojado, y era porque prefería mantenerlo feliz. Ver a Jaejoong enojado, era como sinónimo de ver al mismo demonio.

-¿Comprendes ahora, Yunnie? –dijo con una sonrisa burlona. Un tanto aterradora.

-Si… -dio un fuerte respiro cuando Jaejoong lo soltó.

-Bien… ahora vete, no quiero verte más por hoy. –dijo mientras se acercaba a su escritorio. Yunho como pudo se marchó del lugar. -¡Maldito, Park Jungsoo! –tiro algunas de las cosas que tenía sobre dicho escritorio.

Su odio hacia Jungsoo iba más allá de lo imaginado, por todos.

* ~ * ~ * ~ * ~ * ~ *

El día había empezado bien para Youngwoon, él  había estado muy bien en sus clases, sintiendo que en sus exámenes parciales le había ido bien.

Jungsoo se aburría cada vez más, mientras esperaba a Youngwoon en la habitación de este. Ese día, Youngwoon tenía descanso en su trabajo, por lo que nada más al salir de su instituto, iría a su casa.

Jungsoo se encontraba tirado sobre la cama de Youngwoon, viendo hacia el techo, como si este le trajera algo con que divertirse. De pronto, escucho como alguien abría la puerta de aquel cuarto, creyendo que se trataba de Youngwoon se levantó animadamente. Haciendo que su ánimo cayera rápidamente al ver que se trataba de la madre de Youngwoon. Por lo que decidió desaparecer para ella.

Vio como aquella mujer intentaba ordenar el cuarto de su hijo, lo poco que estaba. Y viendo una que otra foto que tenía Youngwoon sobre su mueble.

-Mi querido hijo… -dijo con algo de nostalgia. Jungsoo la veía con algo de desprecio. No quería conocer a otra persona así. Llena de amor y compasión.

Jungsoo sabía que a aquella mujer le quedaba poco tiempo de vida. Pese a que había pedido ayuda a Jaejoong, para aquella señora ya era tiempo de partir.

-Espero que cuando no este, mi hijo pueda valerse por sí solo –la madre de Youngwoon se sentó sobre la cama, para poder ver con nostalgia el lugar.

-Lo hará… -respondió Jungsoo pese a que no lo escuchaba.

-Lamento no haber podido darte una mejor vida… -se recostó un poco. Se sentía muy cansada.

Jungsoo cerró rápidamente sus ojos, ante aquellas palabras. Esas palabras, que ya había escuchado una vez.

Aquella mujer poco a poco cerraba sus ojos. Jungsoo se acercaba lentamente a ella. Para cualquiera que entrara ahí pareciera que él quería hacerle algo malo.

Y para mal de Jungsoo, Youngwoon entró justo en ese momento, creyendo lo peor del mayor.

-¡Aléjate de ella! –Youngwoon corrió hacia Jungsoo para apartarlo de su madre rápidamente.

-¿Pero…qué? –Jungsoo se quedó desconcertado de lo que el otro había hecho.

-Mamá…. ¡Mamá! –Youngwoon movió cada vez más rápido y desesperado el cuerpo de aquella mujer. –Te juro que si le has hecho algo, no responderé. –amenazó a Jungsoo, luego de tomar a su madre en brazos e ir corriendo al hospital más cercano.

Jungsoo se quedó viendo hacia donde el menor se había ido. Un tanto enfadado, disgustado y herido.

Creía que para Youngwoon, ya no sería aquel ser aterrador, que todos temían. Al menos, no para él.

Rápidamente alcanzo a Youngwoon y estuvo detrás de él mientras veía que atendieran a la señora, y pudiera estar estable.
Algo en él decía que aquella mujer poco a poco la vida se le iba de las manos, y no quería eso.

Por el bien de Youngwoon, y el suyo mismo.

Jungsoo se encontraba algo recostado en la pared fuera de la sala de emergencias. Youngwoon se encontraba caminando de un lado a otro, más que desesperado.

Jungsoo quería decirle algo, pero a como se encontraba, sabía que terminaría siendo un paciente de ese hospital.

El alma de Youngwoon regresó a su cuerpo cuando el doctor salió.

-¿Familiar de la Señora Kim? –dijo viendo a Youngwoon.

-Su hijo. ¿Qué es lo que tiene mi madre? –preguntó un tanto desesperado.

-Lamento decirle que a su madre no le queda mucho tiempo de vida. Su corazón poco a poco se vuelve menos estable. Lo siento. –informó el médico, para luego irse por donde vino.

-Lo lamento, Youngwoon. –Jungsoo colocó su mano sobre la espalda del menor, para reconfortarlo.

-Necesito que me contactes con… la persona que pueda curar a mi madre. –le dijo desesperado, girándolo para verlo directamente.

-¿Qué? –Jungsoo se encontraba un tanto confundido.

-Necesito que mi madre se cure. –insistió.

-Pedirá algo difícil de cumplir a cambio.

-No me importa.

-No sabes lo que dices Youngwoon. –advirtió.

-Es mi madre.

-Aun así…

-Aun así quiero hacerlo –fue firme.

-Ya lo hice por ti. –intento de darle una sonrisa, pero no pudo.

-¿Qué?

-Ya le pedí ayuda a Jaejoong… pero aun así… no funcionó –bajo su mirada, sentía como si le hubiera fallado.

-¿Cómo? –lo tomo de los hombros. -¡Se tiene que hacer algo! ¡Tiene que haber algo! –lo agitó fuertemente.

-No Youngwoon. No para ella. –Youngwoon empuño su mano y estaba a punto de pegarle a Jungsoo. Pero en su lugar, golpeo a la pared.