i belong to you - YunJae

Título: i belong to you
Autor: Marysabel
Pareja(s): YunJae
Extensión: One-Shot
Género: Romance
Sinopsis:
-"Sólo quiero hacer el amor contigo..."
-"Sólo conmigo lo harás."
Advertencia: Lemon(?
N/A: Hagan lo posible por escuchar esta canción mientras leen~. Aclaro de una vez que NO he visto la película y mucho menos leído los libros. Es más, ni me interesa xp... so~ pido perdón si les molesta la foto que sólo Dios sabe porqué está(?.. ah que xDD... enjoy~
Versión larga por si desea no dar re-play cada cuanto: aquí

Yunho ató las manos de Jaejoong con su corbata y lo llevó hacia la pared más cercana. Levantó las manos del otro, y con sus propias manos, le indicó que no las moviera de lugar. Con una sensualidad extrema, comenzó a bajar lentamente sus manos por los brazos del otro, logrando que Jaejoong soltara pequeños jadeos ante su excitación.

Yunho se detuvo un momento en los labios de Jaejoong, y acercó su rostro, para quedar cara a cara. Sintiendo la respiración del otro. Sus labios tan cerca, pero sin besarse. Lo único que hacían, era mirarse el uno al otro.

-Eres mío.

-Soy tuyo.

Yunho acercó sus labios lentamente a los de Jaejoong, y se fundieron en un apasionado beso. Jaejoong apretó sus puños, sus piernas soportarían por poco todas las emociones que estaba sintiendo en ese preciso momento, o cada vez que Yunho se encontraba cerca.

Yunho, con todo su pesar, terminó con aquel beso, dejando húmedos los labios de Jaejoong. Miró como el pecho de Jaejoong subía y bajaba, en busca de que su respiración se normalizara. Separó las piernas del otro y llevó una de sus manos hacia el cinto de Jaejoong. Colocó su frente sobra la de Jaejoong, para que este último volviera a sentir su respiración cerca.

-Sólo mío, Jaejoong.

-Siempre tuyo, Yunho.

Yunho rodeó la cintura de Jaejoong con uno de sus brazos, y lo acercó más a él. El lento movimiento de sus cuerpos presionaba sus miembros. Yunho quitó todo estorbo que no le permitía tocar el miembro de su pareja. Y lo observó un momento antes de devorarlo.

Jaejoong se miraba tan extasiado ahí. Con su camisa blanca totalmente desabotonada, dejando ver una parte de su torso. Y ya sin nada que lo cubriera de la cintura para abajo. Yunho se deleitó al mirar aquellas piernas. Las que tanto le volvían loco.

Se arrodilló frente a él, para quedar frente al miembro de Jaejoong. Y este último sólo ahogó un gemido ante la creciente excitación que se formó al ver a Yunho arrodillado frente a él. Acariciando sus piernas con total admiración. Dejando cortos besos en sus muslos.

Jaejoong tiempo atrás ni se hubiera imaginado lo que en ese momento estaba ocurriendo. Desde que recordaba, se había enamorado de su no tan simpático compañero de trabajo. Bueno, quizá no era enamoramiento. Pero sí le parecía muy atractivo.

Pero cuando a él le habían cambiado de escritorio (junto al de Yunho), las cosas habían cambiado un poco. Yunho ya no se veía tan aterrador e inalcanzable. Incluso había veces que se reía de las torpezas que Jaejoong cometía.

Eso le dio valor para hablarle.

Y así todo había comenzado. De pronto, ya no sólo tenían almuerzos en los que hablaban sobre el trabajo. Luego se convirtieron en salidas a beber alguno que otro día. Y el conocer los intereses del otro fue más sencillo.

Jaejoong entonces pensó que era posible que entre él y Yunho hubiera algo más que amistad. Ambos, a su manera, encajaban perfectamente. Así cómo habían cosas en la que coincidían en gustos, también habían otros en los que no. Pero eso le parecía demasiado genial a Jaejoong. Después de todo, ¿en qué servía una relación, si en todo estarían de acuerdo, y siempre con lo mismo? Una que otra pelea siempre era grandiosa. Si al final, la reconciliación era algo totalmente sorprendente para ambos.

Pero Jaejoong no contaba que Yunho tuviera novia. Pero era peor que eso. Jaejoong sabía que si sólo esa mujer hubiera sido su novia, hubiera visto la forma para quitarle a Yunho. Pero para su desgracia, ellos ya tenían planes de boda. Aquella zorra, como él mismo la había llamado (siempre en su mente, claro está), era su prometida.

Debía admitir, que en un principio, sintió mucho de dolor. Pero se dijo que si al final Yunho era feliz, él debía aceptarlo. Pero simplemente, algo en aquella mujer no le terminaba de agradar. Y lo comprobó un día cuando se la encontró besando a otro chico.

Iba de regreso a su casa. Ese día no habían quedado con Yunho para ir a algún otro lado, pues según le había dicho, se vería con Ara (el nombre de la zorra), y él comenzaba a tolerar escuchar aquel nombre. Pero fue muy grande su asombro al encontrar aquel estúpido, pero muy reconocible, cuerpo de la mujer, frente al de otro hombre. Iba a irse por otro camino, pero le fue inevitable seguir al ver como ella se tiraba sobre él para besarlo.

Cuando Ara se giró hacia el lugar donde Jaejoong se encontraba (pues ella continuaría su camino con el otro hombre), no pudo evitar todo el asombro que le dio al ver allí al mejor amigo de Yunho.

-Jaejoong-ssi… -apenas se le escuchó. Pero Jaejoong le brindó una gran sonrisa. Pero en ella no había nada de felicidad, al menos, eso percibió ella.

-Yunho me canceló esta noche, porque me dijo que ustedes dos saldrían. No sabía que Yunho había cambiado tanto de aspecto. –el tonó que utilizó Jaejoong, le afectó demasiado a Ara. Más que todo, a su orgullo.

-Se lo diré cuando lo vea. –y entonces lo notó. Jaejoong se encontraba feliz de haberla visto con el otro hombre. Pero no sabía bien por qué.

-Claro. O seré yo quien lo haga. –la sonrisa y mirada de Jaejoong le hicieron ver a Ara que no mentía. Que lo que quería, era desenmascararla frente a Yunho. Pero Jaejoong realmente no se iba a meter en ese asunto.

Amaba a Yunho. Y claro que lo quería a su lado, pero no haría algo tan bajo como decirle que su hermosísima prometida se estaba besando con otro, a tan pocas semanas de la boda. Claro que no lo haría, menos, si él luego se ofrecería para consolarlo y darle todo apoyo que necesitara para curar su corazón.

Jaejoong se alejó de aquellas personas. Cuando llegó a su casa, sintió como un peso enorme se quitaba de sus hombros. Se sentía bien saber que aquella estúpida mujer ya no interferiría en su relación con Yunho. Aunque sólo fueran amigos.

Media hora más tarde, su celular no dejaba de sonar. Pesadamente, se levantó de su sofá y fue por él a su habitación. No ocultó su sorpresa al ver el nombre de Yunho, indicando que era él quien llamaba. Intuía lo que le diría cuando respondiera a la llamada.

-En el lugar de siempre, en media hora. –y sin más, colgó.

Su lugar de siempre, era el bar que habían tomado como su punto de encuentro, pues quedaba a tan sólo diez minutos del apartamento de Jaejoong, por lo que a Yunho se le hacía fácil quedarse con él, por si se emborrachaba.  Y Jaejoong procesó aquellas palabras.

Yunho quería emborracharse para olvidar todo el dolor que la estúpida de Ara le estaba haciendo pasar. Pero más que eso, Jaejoong pensó en que no quería hacerlo solo. Lo quería a él a su lado.

Si era para aprovechar que Jaejoong vivía cerca, no le importó. Al final, lo había llamado, en medio de todo el dolor que estaba sufriendo para entonces.

-Veía a otro mientras estaba conmigo. –Yunho soltó un resoplido, y tomó más de su cerveza.

-Saca todo tu odio. –Jaejoong lo alentó. Eso era lo que se encontraba haciendo desde que llegó al bar, y observaba como Yunho bebía un vaso tras otro de alcohol.

-¿Pero sabes qué es lo peor? –ya comenzaba a arrastrar las palabras. Jaejoong negó ante la pregunta. –Aún la amo, Jaejoong. No puedo odiarla. –la mirada lastimera que le dedicó, hizo que Jaejoong la odiara aún más. La odiaba incluso en nombre de Yunho.

-Llegarás a superarla. De eso estoy seguro. –él también tomó de su vaso. Tenía que controlar lo que estaba sintiendo en ese momento.

-Tú no lo hagas… -como pudo, llevó una de sus manos hacia el brazo del otro. Y Jaejoong se sorprendió.

¿Por esa zorra creía que él le haría lo mismo? Se sintió herido. Mucho, y no lo iba a negar.

-Nunca te dejaré, Yunho. Eres de lo más preciado que tengo en esta vida. Y te amo. –Yunho le brindó una sonrisa. Se le miraba muy afectado por el alcohol.

-Mi gran amigo… -susurró, acercando el cuerpo del otro en un abrazo.

Jaejoong no pudo evitar el dolor que su corazón sintió ante aquellas palabras. Pero se dijo a sí mismo, que los grandes romances comenzaron con una amistad. ¿Por qué la suya no podía ser igual?

-Ven. Es hora de irnos. –Jaejoong pagó todo lo consumido, y con un gran esfuerzo, sacó a Yunho del bar, y se fueron a su departamento.

Jaejoong ayudó a Yunho a quitarse sus zapatos, la corbata y el cinto. Para luego meterlo a su propia cama. No era la primera vez que esto pasaba, aunque normalmente era Jaejoong el que se emborrachaba a más no poder.

Pero Yunho siempre estaba para cuidarlo.

Y ahora era su turno para cuidarlo. Cuando ambos ya se encontraban en la cama, Yunho se colocó muy cerca de Jaejoong. Este último no se negó a nada, después de todo, lo que más quería era tener al otro lo más cerca de él.

-Eres muy hermoso, Jaejoong… -susurró. Jaejoong sintió el aliento del otro. Por suerte, había logrado que tomara un poco de agua y que cepillara sus dientes antes de entrar a la cama.

-Sigues borracho, Yunho. –rió. –Pero gracias. –no pudo evitar sonrojarse ante lo dicho.

-No, Jaejoong. Realmente eres hermoso. –acercó una de sus manos al brazo del otro, y lo acarició. –No sólo eres hermoso físicamente, sino que, tus sentimientos te hacen aún más hermoso. Quien tenga tu corazón, será muy afortunado… -se notaba el sueño en su voz.

-Tú tienes mi corazón… -susurró. Y no se sintió culpable. Después de todo, Yunho no recordaría nada al siguiente día. O eso esperaba.

Pensó que Yunho ya se había dormido, cuando ya no escuchó más que la respiración del otro. Y se dijo que era momento de dormir para él también.

Hay momentos en que no podemos predecir lo que se vendrá. Menos en circunstancias donde el alcohol está involucrado. Pero que tampoco podemos creer que esté sucediendo, cuando pasa. Sucede tan rápido, que al terminar todo, aún seguimos sin creerlo.

Por eso, cuando Yunho besó a Jaejoong, este último seguía tratando de comprender lo que había sucedido. De pronto, el rostro de Yunho se había colocado frente a él, y sin más, le besó. No fue un beso apasionado, o muy cariñoso. Simplemente, un toque de labios. Pero fue Yunho quien hizo que aquello fuera posible, y eso era lo que Jaejoong seguía sin procesar.

Pero su humor bajó demasiado, cuando recordó que al día siguiente, Yunho ya no recordaría nada.

-Te quiero, Joongie. –luego de esto, Yunho quedó completamente dormido. Pero Jaejoong sabía que no podría dormir. No con un sinfín de cosas en su mente.

Al día siguiente se despertó con el cuerpo adolorido, pero agradeciendo que ese día no tendría que trabajar. Un movimiento hizo que recordara a la otra persona que se encontraba durmiendo con él.

Dirigió su vista hacia donde el cuerpo de Yunho se encontraba, y las imágenes de la noche anterior atacaron su mente. Y no pudo evitar el sonrojo en sus mejillas. Decidió levantarse e ir a preparar algo para Yunho, y ya no pensar en eso.

Cuando se encontraba a la mitad del preparamiento del desayuno, Yunho apareció frente a él. Se veía tan cansado, y los pants y su playera holgada no lo ayudaban mucho. Pero a Jaejoong no le importó el cómo se miraba, para él siempre estaría guapo.

Pero al verlo, tan cansado y sin ganas de nada en esa mañana. Supo que no sólo era por todo el alcohol ingerido la noche anterior. La estúpida esa tenía que ver, y lo que menos quería él, es que Yunho sufriera por su culpa. Ella no merecía el sufrimiento de Yunho.

-Siéntate. El desayuno estará dentro de poco. –le ordenó. Y Yunho obedeció sin pensarlo. –Toma. Ayudará un poco. –le colocó un pequeño vaso con jugo de naranja en la pequeña plancha de desayunador.

-Prométeme que a la próxima, no me dejarás tomar tanto como anoche. –sobaba su cabeza para tranquilizar un poco su dolor. -¿Tienes alguna pastilla para el dolor? –cerró sus ojos, esperando que su dolor se soportara un poco más.

-Mira en el botiquín del baño. –Yunho se levantó para ir a buscar la pastilla. Mientras Jaejoong terminaba con el desayuno.

Yunho regresó con la pastilla en una de sus manos, y se la tomó, para luego ingerir un poco del jugo. Jaejoong le colocó un plato con huevos revueltos y pan tostado, cuando volvió a sentarse, con otro pequeño plato con un poco de banano en rodajas, bañadas con miel.

-¿No comerás también? –preguntó Yunho cuando Jaejoong terminó de servir y esperaba a que él comiera.

-Sólo algo de fruta. Pero come primero, lo necesitas. –le brindó una sonrisa, y Yunho se dispuso a comer. Tenía que reponerse de la resaca que tenía.

Recordar todo aquello, en el momento en que él y Yunho ahora se entregarían, le trajo una sonrisa a Jaejoong.

Yunho estaba siendo demasiado cuidadoso. Y eso le encantaba a Jaejoong. Porque si Yunho sólo quería sexo de él, no fuera tan cuidadoso. Si lo único que quería era una noche, tampoco le estaría diciendo aquellas palabras.

Nadie te reclama sólo para pasar una noche de pasión. Y eso, a Jaejoong le hacía feliz. El saber que Yunho lo reclamaba, era algo con lo que siempre estaría feliz y gustoso de aceptar. Y si bien, los sentimientos por ahora no estaban muy seguros, pero el hecho de que Yunho estuviera actuando así por celos, lo volvía aún más feliz.

Porque después de aquella noche, en la que Yunho se había emborrachado a más no poder, las cosas habían cambiado entre ellos. Al menos, fuera del ámbito laboral.

Yunho lo invitaba con más frecuencia a salir. O le decía que se quedara en su casa de vez en cuando. Y, algo que dejaba a Jaejoong descolocado por momentos, era en lo cariñoso que se había vuelto.

Cuando estaban solos, Yunho lo abrazaba por la espalda, o dejaba pequeños besos en la frente y cabeza del otro. Y era aún más cariñoso, cuando Jaejoong cocinaba para ambos. Las primeras veces, las dejó pasar. Pero el día en que Yunho le dio un beso en la mejilla (muy cerca de los labios, a decir verdad), le preguntó sobre su actitud.

-¿Y eso? –Jaejoong quiso que pareciera que era una pregunta como cualquier otra. Quizá sólo estaba malinterpretando las cosas.

-Me gusta besarte. –la respuesta de Yunho fue igual. Con un tono sin importancia.

-¿Por qué? Y no me digas que es porque ahora te encuentras soltero. –quiso mantener  su tranquilidad, por lo que soltó una pequeña risita.

-No me recuerdes esa borrachera… -Yunho lo siguió con la risa. Pero al calmarse, se produjo un pequeño silencio entre ellos. –Gracias.

Esa vez, Jaejoong interpreto eso como lo que siempre se piensa. Un simple agradecimiento por no haberlo dejado tirado en el bar o en la calle. Por estar para él cuando su corazón estaba más lastimado que nunca.

No le pareció percibir otra cosa, más que eso.

Hasta que Hyunjoong llegó a sus vidas. Jaejoong se encontraba emocionado puesto que había llegado una nueva persona a trabajar con ellos, y parecía ser alguien muy agradable.

Yunho no le habló en todo el día. Pero por primera vez, Jaejoong no lo notó, y no le importó.

Estaba tan concentrado en darle una calurosa bienvenida a Hyunjoong, que no notaba las miradas que Yunho les dedicaba por momentos. Pero no fue lo mismo para Hyunjoong.

-¡Casi lo olvidaba! –Jaejoong al fin pareció volver a tierra cuando se acercó al lugar de trabajo de Yunho, pero llevaba con él a Hyunjoong. –Había olvidado presentarlos. Hyunjoong, este es Yunho. Mi mejor amigo. –su sonrisa era enorme.

-Encantado de conocerlo. –Hyunjoong dio una pequeña reverencia como saludo. Pero Yunho jamás respondió, simplemente miraba con una profunda mirada a Jaejoong.

Yunho estaba celoso. Y al parecer, había odiado que fuera presentado como “mejor amigo”.

Hyunjoong no sabía hasta qué punto Yunho sentía algo por Jaejoong, y que este último no lo supiera. Y lo descubrió el día de la fiesta de personal.

Jaejoong estaba muy concentrado hablando con él. Cuando de pronto, vio a un furioso Yunho acercándose a ellos. Por un momento pensó que Yunho lo golpearía, pero nunca le dirigió una mirada a él. Solamente a Jaejoong.

Yunho había tomado a Jaejoong de la muñeca, y lo sacó a rastras del lugar. Se dijo que no era una gran forma de tratar a la persona que te gusta, pero que si era para declararse, que hiciera lo que quisiera.

Luego le preguntaría a Jaejoong qué tal todo.

Esa era la razón por la cual Yunho y Jaejoong se encontraban en un candente momento.

Porque Jaejoong esperaba que Yunho hablara. Pero el otro únicamente se limitó a caminar rápidamente hacia su apartamento. Sin soltar nunca a Jaejoong.

Cuando entraron al apartamento de Yunho, este rápidamente había atacado los labios del otro. Jaejoong no correspondió hasta unos segundos después. Imaginaba que Yunho tenía algunas copas de más, por lo que se dejó llevar.

Tanto, que sus respuestas habían sido automáticas.

Hasta ahora, no había pensado muy bien en lo que Yunho le había dicho.

Eres mío.

Lo estaba reclamando en toda la palabra. Entonces Jaejoong se preguntó, ¿verdaderamente Yunho estaría borracho para entonces?

Y agudizó su olfato.

No lo estaba.

Tenía rastro de alcohol en su cuerpo, pero cuando lo besaba, no sentía aquel pesado sabor. Es más, parecía que no había comido nada en la fiesta.

Jaejoong soltó un pequeño gemido cuando Yunho se colocó sobre él y tomó su miembro. Yunho lo había llevado hacia su habitación, y lo había (prácticamente), tirado sobre la cama. Yunho besaba sin pudor alguno el pecho de Jaejoong, mordisqueando un poco las tetillas.

Jaejoong atinó solamente a llevar sus manos hacia el cabello de Yunho, y acariciarlo un poco. Para luego bajar hacia los hombros y espalda, para también acariciarlos.

Yunho daba suaves movimientos sobre el miembro de Jaejoong. De arriba hacia abajo. Presionando por momentos en la base, mientras dejaba un rastro de besos desde el pecho hasta el abdomen. Jaejoong sólo podía respirar agitadamente, y soltar uno que otro gemido.

Jaejoong en algún momento entre cada caricia y beso que Yunho le proporcionaba. Arqueaba por momentos su espalda, por la fuerte excitación, que no notó cuando Yunho comenzó a acariciar su trasero con una total fascinación y admiración. Soltó un fuerte gemido cuando Yunho introdujo dos de sus dedos y no dejaba de acariciar su miembro.

-¡Yunho! –su pecho demostraba lo irregular de su respiración. Cerró sus ojos para poder sentir más, y apretó la almohada con sus manos. No quería venirse en ese momento.

Yunho comenzó a dejar besos sobre el miembro de Jaejoong, sus muslos y finalmente, sus nalgas.

Rápidamente volvió a la boca de Jaejoong y lo besó apasionadamente. Mientras colaba una de sus manos entre las piernas del otro, e introducir uno de sus dedos en el interior de Jaejoong. Cuando Yunho iba introduciendo otro dedo en él, Jaejoong supo que ya era el momento.

Jaejoong como pudo, abrió sus ojos y llevó una de sus manos hacia el miembro de Yunho, mientras que la otra la colocaba sobre el hombro de este, para apoyarse por lo que vendría. Le dio unos leves masajes y con la mirada le dijo a Yunho que ya era el momento.

Yunho introdujo su miembro lentamente en Jaejoong. Si bien en un inicio estaba muy pasional y con unas enormes ganas de marcar a Jaejoong, lo último que quería era que al día siguiente no pudiera moverse para nada.

Cuando estuvo completamente adentro, dejó que Jaejoong se acostumbrara a su tamaño. Y fue Jaejoong quien comenzó con leves movimientos, dando bandera verde a Yunho para que agilizara todo. Yunho acomodó a Jaejoong haciendo que enroscara sus piernas sobre su cintura, para luego él bajar un poco su cuerpo, y quedar a escasos centímetros del rostro del otro. Para darse unos cortos besos, todos los posibles que los movimientos permitieran.

Yunho se excitó aún más cuando Jaejoong soltaba pequeños gemidos en su boca al intentar besarlo. Se pegó más al cuerpo del otro, y sus movimientos eran más rápidos. Podía sentir como el miembro de Jaejoong pedía por atención.

Como pudo, coló una de sus manos entre ambos cuerpos, y tomó el miembro de Jaejoong para brindarle toda la atención posible. En ningún momento dejó de ver el rostro sonrojado y excitado de Jaejoong.

Unas embestidas más fuertes y movimientos más rápidos y sincronizados, hicieron que ambos se vinieran. Yunho dejó caer su cuerpo sobre Jaejoong, ambos tratando de regular su respiración todo lo posible.

Con sumo cuidado, Yunho salió del interior de Jaejoong, dando paso a que algo de su esperma saliera. Miró por un momento a su vientre y notó que tenía un poco del esperma de Jaejoong.

Pero nada de eso le daba asco.

Sólo podía pensar en lo emocionante que había sido todo. En lo excitante y hermoso que había sido compartir con Jaejoong todo eso. Su corazón ahora se sentía cálido y amado.

Giró un poco su rostro hacia donde Jaejoong se encontraba, y lo vio con una gran sonrisa en su rostro y con los ojos cerrados. Y él sonrió también.

Jaejoong estaba igualmente feliz.

Entonces todo lo demás no importaba. Quizá no había habido una declaración como se debía. Había actuado por puros celos. Pero es que verlo hablar tan feliz con Hyunjoong le había hecho notar todo lo que estaba perdiendo.

Sabía lo que sentía por Jaejoong. Porque todo eso no era una simple amistad. Su emoción y ansiedad por tenerlo día a día con él. Queriendo compartir todo lo bueno y malo, todo eso no era sólo una simple amistad.

-Ahora mío… -susurró Yunho. Casi inaudible para Jaejoong.

Pero no fue así. Jaejoong amplió más su sonrisa ante ello. Yunho no sólo lo había hecho por sexo. Había algo más, y por el momento, eso le encantaba. Y ambos dejaron que un silencio los envolviera en lo que se recuperaban de toda esa actividad. No sólo física, sino también mental.

Jaejoong se movió por un momento, quedando de lado, viendo hacia Yunho. Este último sólo podía verlo con una sonrisa. Jaejoong tenía ya su sospecha, y tenía que hablarlo.

-¿Por qué ha sido todo esto? –Jaejoong preguntó cuándo logró recuperarse de toda la actividad.

-¿Disculpa? –Yunho no parecía muy gustoso a hablar. Pero lo hizo.

-¿Lo hiciste por Hyunjoong? –Jaejoong parecía feliz por su sospecha.

-¿Por qué piensas que hice esto por él? –pero Yunho parecía enojado ante ello.

-Nunca te había importado que hablara con alguien más del trabajo. –hizo un puchero. Pero no podía evitar ahora decir cómo se sentía.

-No te has emocionado tanto con cualquiera de los otros trabajadores. Incluso conmigo. Cuando nos conocimos, casi ni me hablabas.

-Desde que te vi, me pareciste atractivo. –Yunho vio sinceridad ante la confesión.

-Pero… -Jaejoong enarcó una ceja. –Siempre hay un pero.

-Te veías tan misterioso. Supongo que eso me pareció atractivo. –rio. –Pero no quería decir que pudiera acercarme a ti y entablar una conversación de la nada.

-Pero con Hyunjoong sí… -Jaejoong volvió a reír. Le encantaba el Yunho celoso.

-Es diferente. Hay algo en él que me hace quererlo tener cerca. Pero no como a ti. –Yunho colocó una expresión de no comprender. –Yo quiero tenerte todos los días de mi vida. A cada momento que sea posible. A Hyunjoong no. Lo quiero cerca, sí. Pero no pienso en dormir con él cada noche.

-Yo no quiero pensar siquiera en eso. –dijo en tono molesto. Pero a Jaejoong le pareció muy divertido.

-Yo pienso en dormir contigo todas las noches…

-Eso me encanta imaginarlo. Sin duda. –Jaejoong sonrió gustoso, y un silencio se formó entre ellos. Para nada incómodo.

-Pero, no entiendo… -Jaejoong arrugó su nariz, y Yunho rió ante lo tierno que se veía. -¿En qué momento pasó todo? Me refiero, a tu amor hacia mí…

-Supongo que yo tampoco lo sé. Simplemente, pasó y ya. –Yunho dio un beso en la frente a Jaejoong.

-¡Sí que lo sabes! –fingió molestia. –Yo sé muy bien cuando lo que sentía por ti era amor. –resopló.

-¿Sentías? ¿Era? –enarcó una ceja. Jaejoong rió al verlo.

-Lo que siento, y lo que es. –le sacó la lengua. –Así que, dime… ¿cuándo supiste que lo que sientes por mí es amor? –estaba atento a la respuesta.

-Supongo que fue antes de que Ara terminara con todo. –Jaejoong no esperaba eso. Y lo dejó ver con su expresión. –Eres mi gran compañero en todo. Teníamos gustos por muchas cosas, y me encantaba cuando peleábamos por las que no. Pero siempre llegábamos a un acuerdo. Y siempre pensaba que con Ara nunca tuve algo como eso.

-¿Nunca? –Jaejoong se acercó más al cuerpo del otro. Yunho sonrió más al sentirlo tan cerca.

-No. Lo que era nuestra relación, era tan aburrida y monótona. Pero pensaba que tenía que ser así. La conocía de siempre, que supuse, debíamos terminar juntos. –Jaejoong asintió comprendiendo.

-Ya… ¿sentiste miedo cuando te pusiste a pensar que no sólo me querías como amigo? –lo miró a los ojos.

-Tenía miedo de perderte. Que al decírtelo, te fueras de mi lado y sin mirar atrás. Eso me aterró más que a nada. –Jaejoong escondió su rostro en el pecho del otro, y lo abrazó más fuerte. Yunho dirigió su vista hacia abajo al sentir un poco de agua en su cuerpo. -¿Jaejoong?

-Me amas demasiado. –Yunho soltó una carcajada ante ello.

-Te pertenezco.

-Y yo a ti.

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Desde ya, muchas gracias por leer y comentar.♡ Y perdonen por las faltas que se encuentren~