Lo daré todo - YunJae

Título: Lo daré todo

Autor: Marysabel

Pareja(s): YunJae

Extensión: Ono-Shot (corto;;)

Género: Romance, Drama

Sinopsis: Dudas, remordimiento, dolor. Todo eso atormenta la mente y corazón de Jaejoong. Y desnudarte con la persona que amas, eso, es a lo que llaman "los mejores momentos de la vida".

N/A: No tengo mucho que decir, salvo que... lo mejor de la vida y mi vida, se la debo a YunJae<3, disfruten~ 

*Lo coloqué de one-shot corto, porque usualmente mis one-shots son de 13+ páginas, y este no ;;

Jaejoong volvió a abrazar el cuerpo de Yunho más fuerte, mientras Yunho lo envestía más fuerte. Estaba a punto de correrse. Pero Jaejoong no quería separarse de aquel cuerpo, sentía que no lo volvería a tener en mucho tiempo.

Quería que el calor de aquel cuerpo se mantuviera por mucho, mucho tiempo en él. Quería que todas las caricias, todos los besos, y todos los suspiros que Yunho le dio esa noche, soportaran hasta el siguiente encuentro que tuvieran.

Y no sabía hasta cuando eso sería capaz.

Yunho besó el cuello de Jaejoong. Justo donde se encontraba su lunar, y Jaejoong rió por ello. Después de todo, si dejaba marca, todos pensarían que era su lunar nada más. Yunho volvió a los labios de Jaejoong, y lo besó más apasionado, para luego venirse dentro de su pareja.

-Te amo… -susurró en la oreja de Jaejoong, y este lo abrazó más fuerte. Que se quede  unas horas más, pensó.

-Yunho… -la voz de Jaejoong ya no se encontraba tan emocionada como en un inicio. Yunho intuía lo que pasaba por la mente de su pareja.

-Sabes lo mucho que te amo ¿no es así? –acarició el rostro de Jaejoong, y le brindó una de sus más grandes sonrisas. Aquella que lo tranquilizaba tanto. Jaejoong asintió, aunque no totalmente convencido. –Te amo demasiado. –besó amorosamente sus labios.

-Pero, Yunho… -Jaejoong dudó en hablar, pero Yunho lo miró directamente a los ojos, dándole fortaleza para hablar. –Tengo miedo. –Yunho lo abrazó, aún sin salir de él.

-Eres de lo mejor que existe en mi vida, Jaejoong. Y lamento tanto que no pueda decírtelo todos los días, a cada momento. A cada segundo. –Yunho tomó una de las manos de Jaejoong entre la suya, y entrelazó sus dedos. –Quiero que nunca olvides, todo el amor que tengo para ti. –Jaejoong comenzó a llorar, dejando caer una a una sus lágrimas.

Cuanto amaba a Yunho. Por siempre cuidar de él, por siempre saber lo que sentía, lo que le preocupaba.

Jaejoong dejó que todo su dolor y sufrimiento fluyera, mientras se aferraba más al cuerpo de su pareja. Yunho correspondió el abrazo, susurrándole las palabras más dulces para reconfortarlo. Y aunque sabía que Jaejoong ya se encontraba mejor, aún necesitaba sacar todo lo que por meses había guardado.

Todo lo que había guardado mientras no se podían ver.

-Lamento el haberte fallado… -habló Jaejoong cuando logró calmarse un poco, y el llanto ya no era tan fuerte.

-Son cosas que pasan, Jaejoong. Ni tú ni yo sabemos que pasará el día de mañana. –Jaejoong cada vez más se decía lo afortunado que era al tener a Yunho a su lado. En su vida.

Lo mejor de su vida, sin duda era él. Su amor.

-Pero pude… -Yunho lo calló colocándole un dedo en sus labios.

-Ssh… ya no digas más, Jaejoong. Sólo, disfruta esto… -lo besó lentamente. Ya era momento de que Jaejoong dejara ir toda culpa y dolor.

Aunque sea por esa noche. SU noche.

Yunho salió lentamente del cuerpo de Jaejoong, pero él no evitó el no hacer ruidos de dolor. Yunho repartió besos por todo el cuerpo de Jaejoong, aunque ya ambos no se sentían tan excitados. Al terminar, se levantó con un poco de pesar, y sonrió cuando Jaejoong compartió su sentimiento.

-Quédate un momento más… -Jaejoong se removió entre las sábanas.

-Me levanté, pero no para irme… amor. –susurró lo último, pero aun así, Jaejoong sintió derretirse.

-¿Entonces? –lo miró con ojos dormilones.

-Tomaremos un baño. –apartó las sábanas del cuerpo de Jaejoong y le brindó otra sonrisa al verlo nuevamente desnudo.

Lo tomó en brazos y se dirigieron al baño. Jaejoong se aferró al cuerpo del otro, le encantaba cuando Yunho lo trataba así, lo hacía sentirse el centro de todo su universo.

Cuanto daría para que todo fuera así de nuevo.

Yunho bajó por un momento a Jaejoong, mientras había la llave y así dejar caer el agua libremente.

-Ya me cansé… -Jaejoong recostó un poco su cuerpo sobre el otro. Yunho emitió una pequeña risita. Amaba hasta cuando se ponía como un niño pequeño.

-Ven. –Yunho volvió a tenerlo en sus brazos, y cuando el agua estaba a la mitad de la tina, los introdujo a ambos.

Lentamente se sentaron en la tina, para no caer y terminar haciendo un desastre con el agua. Jaejoong cerró sus ojos y disfrutó todo. Yunho cerró el paso del agua y abrazó a Jaejoong.  No había nada mejor que tenerlo bajo sus brazos. Abrazados, el tiempo se detenía, como si ya todo lo demás que existía no tuviera importancia. Sólo ellos dos, y el momento.

-Te amo. –susurró Jaejoong recostando su cabeza sobre el hombro de Yunho.

-Me alegra saber que nada ha cambiado. –Jaejoong se sorprendió, y rápidamente se alejó del cuerpo del otro, para verlo a los ojos.

-Yunho, yo siempre te amaré. –Yunho tardó unos segundos en caer en cuenta en lo que sucedía.

-Jaejoong, tranquilo, ven… -volvió a envolverlo con sus brazos. –Yo sé muy bien cuánto me amas, ¿quién no ama a otra persona si le escribe canciones? –ambos rieron. –Que por cierto, me encantan.

-Es… es para poder comunicarme contigo, que cada vez que lo escuches, pienses en mí. –mordió su labio inferior.

-Y lo hago, créeme. Pero no vuelvas a dar una tonta excusa como Angelina Jolie o algo parecido. –rió. Jaejoong se hizo el ofendido.

-Oh~ Yunho, ¡vamos! Fue divertido. –ambos rieron, claro que lo fue. Lo más divertido era, que las fans no lo creían. Y ambos estaban bien con eso.

-Bien, será mejor asearnos y así poder estar más tiempo juntos. –Jaejoong asintió y dejó que Yunho lo aseara, para luego él hacer lo mismo con el otro.

Yunho salió primero de la tina, y fue por unas toallas para así cubrir a Jaejoong con ellas. Amaba tanto mimarlo, y a Jaejoong le encantaba que así fuera.

Cuando ambos estuvieron totalmente secos y con ropa de nuevo, se quedaron un momento en el sofá de Jaejoong. Solamente ahí, abrazados y disfrutando de la calma que se les podía dar en sus agitadas vidas.

De pronto, un mensaje llegó al celular de Yunho. Jaejoong fue el que más lamentó esto, sabía lo que vendría luego de que Yunho leyera dicho mensaje.

-Jaejoong… -Yunho dijo entre dientes cuando su pareja no quiso moverse. Y sabía por qué lo hacía. –Debo irme, por ahora. –tenía que recordarle que su marcha no era para siempre.

-Pero… -Jaejoong se aferró más al cuerpo de Yunho. No, aún quería más tiempo con él.

-No estoy diciendo adiós, Jaejoong. –abrazó fuertemente el cuerpo del otro, y repartió besos por todo el rostro de Jaejoong. –Prométeme que serás fuerte mientras no esté a tu lado, físicamente. –espero por la respuesta de su pareja.

-Yunho… -sus ojos comenzaban a brillar a causa de las lágrimas que amenazaban por salir.

-Eres fuerte, Jaejoong. Yo sé que lo eres. Eres más de lo que incluso te crees capaz. –Jaejoong ya no pudo evitar que sus lágrimas no cayeran. –Y recuerda que te amo. Que te amo demasiado, Jaejoong. Te amo. –repitió una y otra vez. Jaejoong lo necesitaba.

Cuando Jaejoong logró calmarse, Yunho volvió a decirle que tenía que irse. Pero esta vez fue más fuerte para afrontar aquello. Después de todo, siempre habría un siguiente encuentro entre ellos dos, y de eso no había duda.

Yunho se despidió con otro beso muy cariñoso en los labios. Jaejoong inhaló por última vez su aroma. Lo más fuerte que pudiera para que no olvidara su perfume. Yunho abrió la puerta para irse, y Jaejoong sentía como su corazón quería salirse de él.

Pero se dijo que sería fuerte. Se lo había prometido a Yunho, quien siempre veía por él. Quien siempre quería lo mejor para él. Y así lo haría, daría todo de sí para esperar por su próximo encuentro.

No importara lo que pasara, él estaría para cuando otra oportunidad se presentara para que se pudieran ver.

-Daré todo de mí, Yunho. –soltó un suspiro. Ahora sólo podía ver la puerta cerrada. –Seré fuerte hasta nuestro próximo encuentro… lo daré todo. –y sólo se permitió soltar una lágrima.

Del otro lado, Yunho sonreía a la puerta, y luego, se marchó.