Mi amor a otro - MinSu

Título: Mi amor a otro
Autor: Marysabel
Pareja(s): MinSu, SuChun
Extensión: One-Shot
Género: Romance, drama, AU
Sinopsis: Cuando amas de verdad, sabes que no podrías darle ese amor a nadie más. Nunca.
N/A: Lamento haber pueso emotic a mi noona con esto T-T (que, por si no saben, es la culpable de que mis fics no estén tan mal en ortografía y todo eso~)... esto va para mi, se lo daría a Ena, pero es tan bueno, que no lo merece~ disfruten ^-^v



[Junsu]
Tú sabes cuando deseas algo y no puedes obtenerlo. Así como también sabes cuando tienes algo pero no lo mereces.

O no lo quieres.

Eso me pasó con Yoochun. Él que con tanta devoción me entregó su amor. Que se desvivía por mí, cada momento, cada segundo de su vida. Pero yo no lo apreciaba. Pero no pueden culparme a mí. Quizá.

Porque yo no lo quería a él. Yo amaba a otro. Deseaba otro… moría por otro.

Shim Changmin.

El guapo hombre alto que conocí en la biblioteca. El que pude acercármele poco a poco, con trucos. Pero estuve a su lado al fin y al cabo. Y llegué a conocerlo mejor que nadie. Y mi amor por él creció, sin darme cuenta. No pueden culparme por enamorarme de Changmin, no pueden.

Pero si por haber ilusionado a Yoochun, o al menos, darle lo que tanto deseaba. ¿Aunque eso no me hace el malo, verdad?

Yoochun quería vivir en su fantasía. Esa donde yo también lo amaba, tanto como para estar toda una vida con él. Esa, donde yo era un amor con él, que mi mundo giraba en torno a él. Hacerle realidad su fantasía, no me hace el malo del cuento. 

Pero puede que al final si lo sea. Pero no quiero serlo. Solo hice que Yoochun fuera feliz. Que tuviera toda esa felicidad que se me estaba negando. Porque Yoochun se lo merecía. Merecía ser feliz.

Changmin desde siempre me había hecho notar que yo nada más sería su amigo. Aunque él nunca imaginó que yo podría enamorarme de él. Aunque sigo sin entender por qué cuando le dije sobre mi relación con Yoochun, se molestó. Aunque al poco tiempo me dijo que era feliz por mi y que esperaba que yo lo fuera al lado de Yoochun.

En ese momento me hubiera encantado abrazarlo y decirle que mi única felicidad completa sería a su lado. Pero no me atreví. El rostro de Yoochun llegaba a mi mente y me lo impedía.

¿Por qué Yoochun me hacía esto?

Todo hubiera sido más fácil si hubiera conocido a Yoochun mucho antes que a Changmin. Si hubiera sido así, ahora sería él quien reinara en mi corazón.

Pero el hubiera no existe.

Lo que pasa hoy es lo único que hay, y hay que aprender a vivir con ello. Nos guste o no. Y yo ahora tenía que vivir con lo que no me gustaba.

Seguía a un lado de Changmin, siempre como su amigo. Tenía la suerte de que Changmin no hablara mucho de sus sentimientos, pero lo conocía tan bien como para saber lo que le pasaba.

Y sabía que se había enamorado.

Pero solo eso, no que se encontraba saliendo con alguien.

-¡¿Y hasta ahora se te ocurre decirme esto?! –le lancé un cuaderno a su cabeza, pero logró atraparlo antes de que diera con esta.

-¿Qué rayos te pasa, Junsu? ¿Te molesta que esté saliendo con Minho? Te recuerdo que tú también sales con un hombre, ¡Eh! –pocas veces me había gritado porque realmente se encontraba molesto conmigo, sentía que lo desconocía en ese momento.

-No idiota. Eso no es lo que me molesta. –trate de tomar todo el aire posible para controlarme. –Tú sabías de Yoochun, lo conociste y el que yo te dijera que salía con él, solo fue una confirmación a lo que ya sabías… en cambio yo…

-Bien, “quizá” hice mal en no decirte nada –cuando remarcó aquella palabra quise matarlo allí mismo, pero me limité a solo tirarle una almohada, que esta vez sí no pudo detener como antes. 

-“Quizá” –imité con burla. –Se supone que somos amigos, Changmin… debiste habérmelo dicho. –Y así estar preparado para cuando me lo presentaras… 

-¿No tenías que salir con Yoochun hoy? –colocó la almohada detrás de él, se encontraba en mi cama para mi mala suerte.

-Si. –dije sin más. No quería saber nada de Yoochun, no quería saber nada del propio Changmin. Ni de mi…

No quería nada en ese momento.

Traté de fingir todo lo posible, pero mi molestia podía más que yo. Así que ese día, Yoochun tuvo que soportar mi espantoso carácter, cortesía por Shim Changmin. 

Otra vez.

Debo agradecer que Yoochun, al menos tuviera un defecto. Porque si, nadie es perfecto, y si, recalcar eso de él me hace sentir mejor. O al menos, hace que mi herida no sea tan grande.

Le encantaba el sexo.

O que yo se lo hiciera, que es casi lo mismo. Siempre que salíamos, íbamos a su casa, y cuando eso pasaba, sabía lo que me vendría. ¿Para qué negarme? Yo también lo disfrutaba. Pero ese sentimiento de vacío que me inundaba durante y después del acto, era demasiado horrible.

Porque no podía dejar de pensar en lo que le hacía, y lo que Changmin me hacía a mí. Era todo como un círculo vicioso. Uno donde ni Yoochun ni Changmin tenían conocimiento. Pero, ¡vaya que eran muy participes! 

Al menos, el saber que podría entregarle mi virginidad a Changmin, en alguna otra vida, me hacía sonreír como tonto cuando me encontraba mal. 

Y si, aunque parezca retorcido y macabro o como quieran llamarle. Me encantaba ver como Yoochun me suplicaba que lo poseyera. Más bien, me encantaba el sentimiento de saber que se hacía muy dependiente de mí. Porque de alguna forma lo odiaba también.

Porque, por su culpa, Changmin y yo no podíamos estar juntos. Por su culpa, Changmin había conocido a Minho y se habían hecho novios. Por su culpa, yo no podía ser feliz completamente.

Todo era su culpa. 

Él y su maldito amor desmedido hacia mí. Y lo odiaba tanto por eso. Y por ello, quería que sufriera. De una u otra manera quería conseguirlo.

Pero también estaba ese lado de mí. Ese que me impedía lastimar de una vez a Yoochun. Ese lado que se enamoró perdidamente de Changmin, quien sin saberlo, le entregué mi corazón con solo verlo. 

-Te ves muy hermoso, Susu. –Yoochun dijo mientras me daba un tierno beso en la mejilla. Mi sangre hervía cuando hacía cosas así. De pura rabia, pero no hacia él.

Hacia mí, por estar con él y no amarlo como él me ama.

-No te ves mal tampoco –sonreí, como un maldito hipócrita. Lo lamento Yoochun, algún día conocerás a alguien que si te de todo lo que yo no puedo darte.

-¿Nos vamos? –ese día planeaba darme un recorrido por algunos lugares que solo él y Dios sabían. 

Me encontraba en su cama y él detrás mío, algo muy típico de las parejas y que yo bien podría disfrutarlo… pero no quería.

-¿Es muy necesario que nos vayamos? –lo vi con ojos suplicantes. Yoochun rió levemente.

-¿Quieres hacer algo más? –comenzó a darme pequeños besos en el rostro y los labios, especialmente.

-Pues… -me hice el tonto y me gire para estar cara a cara. –Si te interesaría descubrirlo… -comencé a llevar mi mano por su pecho para llegar hasta la parte superior de su pantalón.

-Claro que quiero… -sin más, se posiciono sobre mí y comenzó a besar mi cuello y luego mis labios. Lo sentía tan dominante, que me gustaba. Pero no era para que lo terminara haciendo.

Cuando sentí que las cosas no terminarían como yo esperaba, lo detuve.

-Detente –dije agitado. Interpuse mi mano entre nuestros cuerpos, él ya con su camisa fuera de su cuerpo.

-¿Qué pasa? –trato de besarme nuevamente los labios, pero lo detuve. -¿Junsu?

-Yoochun… ¿qué piensas hacer? –inmediatamente quité su mano de mi trasero. Hasta ese momento, se encontraba tratando de “dilatarme”, pero él no tendría el gusto de hacerlo, ni esa vez, ni nunca.

-Perdona… me propase. –quise golpearlo hasta dejarlo inconsciente. Me brindó una sonrisa para que mi rostro cambiara. Supongo que en ese momento no tenía para nada una buena cara, y su mirada me lo hizo afirmar. Veía miedo e inseguridad en ella. 

-Creo… creo que si debemos irnos ya. –me levante y acomode mis ropas nuevamente. Sin voltearlo a ver, salí de la habitación para la puerta de entrada, a esperarlo.

Los siguientes días fueron como cualquier otro. Éramos la pareja perfecta para todo aquel que nos conocía. No estaba mal si pensaba en convertirme actor algún día. Vaya que lo hacía muy bien.

Cuando Changmin y Minho cumplieron dos meses, nos invitaron a una cena doble, ese día, Yoochun y yo cumplíamos dos años de habernos conocido, vaya ironía. Y  a mí no se me escapó nada de lo que en aquella mesa pasó. 

Changmin y yo, uno frente al otro, lo mismo que con Minho y Yoochun. Changmin lanzándome indirectas, y yo devolviéndoselas. Minho y Yoochun un tanto incómodos. ¿Por qué está actitud de los dos? Ni yo mismo lo sé. Pero de cierta forma nos encontrábamos molestos con la situación. 

Al parecer, la idea de esta cena doble, había sido de Minho y Yoochun, que no hace más de un mes se conocían. 

-La vida es bella, ¿no te parece, Junsu? –Changmin quería que en ese momento lo golpeara o algo parecido.

-Mucho. Más si tienes a alguien a tu lado para compartirlo, ¿no lo crees? Y los dos tenemos esa dicha. –sonreí cuando él lo hizo. 

-Claro. Gente que nos ama a nuestro lado. ¿No? -¿Qué buscabas Changmin? ¿Por qué sentí que Yoochun se asustaba con lo que decías? ¿De qué rayos me había perdido?

-Así es. Como lo que tú sientes por él, ¿verdad? –me sentí vencedor al ver a Minho bajar la mirada. Aquí se ocultaba algo. Algo que no tenía la dicha de saber, pero que las cosas de alguna forma iban para mí bien.

-Creo que ya debemos irnos, Junsu. –Yoochun se levantó y me tomo de la muñeca. Yo comenzaba a divertirme y no dejaría esto así. No me iría como un cobarde. 

-Changmin… -el susurro débil de Minho hizo que Changmin lo mirara, un tanto sorprendido, como si hasta entonces recordara que lo tenía a su lado.

-Si quieres. Puedes irte. –Changmin dirigió su mirada hacia mí nuevamente. Y aunque me veía a mí, sabía que se lo decía a Minho… y a Yoochun.

Ellos, dudosos, se fueron. Desde entonces, Changmin y yo nos observamos gran tiempo de la velada. Ni una palabra, ni una insinuación. Solo viéndonos. Nada más.

Pero todo se decía.

Y entonces lo noté, o mejor dicho, lo descubrí.

Changmin me quería. No podía afirmar si me amaba, pero sabía que su cariño no solo era de un amigo.

Y fui feliz.

Pero cada momento pensaba en lo idiota que era. Por no decirme nada. Un idiota, de los más grandes. De los que no siempre encuentras y puedes asegurar que lo es. Un idiota, un idiota, un gran idiota.

Un idiota al que amaba tanto.

Ver el rostro de Changmin con una sonrisa, mirándome, cuando descubrí lo que sus ojos al fin podían decirme.

 Solo mirándome a mí. Y a nadie más. 

Sonreí también. Como un tonto. Como un loco enamorado sintiéndose correspondido por primera vez. Y todo se detuvo para los dos. Tanto, que no recuerdo cómo es que terminamos en su casa, en su cama. Abrazados, respirando el aroma del otro, teniendo aún esa sonrisa de tontos enamorados.

Como si siempre lo hubiéramos sabido. Como si no existiera nadie más que nosotros en ese momento.

Esa noche dormí mejor que nunca, entre sus brazos, entre su amor. Eso, era todo lo que pedía para mi insignificante vida.

Pero como nada puede ser perfecto, porque la perfección no existe, a la mañana siguiente, ambos tuvimos que fingir que nada había pasado. Aunque en parte así era. Únicamente nos habíamos visto como nunca antes, y dormimos abrazados. Pero fuera de eso, nada.

Y los días pasaron, y para mi buena suerte (y vaya que tenía poca), Changmin y yo comenzamos a tener roces más cariñosos. O los que él me permitía darle. Y no me importaba, porque ahora pasábamos más tiempo uno al lado del otro, como cuando ninguno había conocido a Yoochun y Minho, pero con más muestras de afecto. Y me encantaba eso. ¿Y a quién no? 

Si de pronto, pudieras tener un acercamiento con la persona que amas, ¿te molestarías? Y sé que la respuesta será un rotundo no. 

Por lo que no me importo nada ni nadie. Aprovecharía todo lo que estaba teniendo con Changmin, aún si lastimara a Minho… o a Yoochun.

Pero así como pasaban los días y me sentía muy feliz de tener conmigo a Changmin. La culpa me consumía también, y más de lo que la felicidad que sentía.

-Debemos decirles. –Changmin y yo estábamos en su habitación, recostados en su cama, yo sobre él.

-¿Qué cosa? ¿Y a quienes? –Él sabía muy bien a qué y quienes me refería. No entiendo por qué seguir fingiendo lo que sucedía.

-¡Changmin! –me levante con un poco de enfado. Mi mirada trato de ser intimidante, pero solo logré sacarle una risa de su rostro. De su hermoso rostro.

-¿Qué? ¿Por qué haces tanto alboroto? –Changmin me tomo de la cintura y volvió a recostarme sobre él, abrazándome para que no me escapara. O eso pensé.

-Changmin… lo que hacemos no está bien… para nadie. –lo sentía, porque me ponía en los zapatos de los otros, y el solo pensar que si me hicieran esto… era horrible el sentimiento.

-¿Y ahora te come la culpa? –Changmin resopló. –Junsu, amor… -suspiró pesadamente. –Estamos bien así. 

-¿Bien? –reí en burla. -¿Te parece bien engañar a Minho y Yoochun?…  ¿Qué pasaría si yo te estuviera haciendo esto? ¡¿Eh?! –me giré para verlo furioso, no podía creer lo que decía.

-Tú no me lo harías. –fue serio. Y tenía razón. Mucha razón.  Y odiaba cuando la tenía.

Lo vi sin expresión alguna por un largo momento. Era cierto, yo nunca lo engañaría. Porque lo amo a él, y cuando amas, no engañas. Las cosas son así.

-Changmin… voy a decírselo a Yoochun. –volví a recostarme en él, pero mi gusto no duró tanto, porque me quito de encima suyo y se levantó.

-Haz lo que quieras. –y con la misma seriedad de siempre, salió de su habitación.

Odiaba sus cambiantes de humor, cuando me confundía y no sabía lo que le sucedía. Quizá, puede que no lo conocía como creía. Y lo que me daba, era lo que yo describía como “conocerlo”. Pero al menos, sabía cuándo algo lo perturbaba, aun así tenía miedo en preguntarle.

Me preocupaba que fuera por lo nuestro, lo que sea que tuviéramos. Y por mí. Que el culpable de que él se sintiera así, fuera yo.

Ese día, ni me despedí de Changmin al irme, y ni siquiera lo busque para decirle que me iría o algo. Y me desaparecí por unos días, tenía que pensar. Tenía que hacerlo, para saber qué hacer con todo lo que estaba pasando. Mi relación con Yoochun, lo que tenía con Changmin. Incluso Minho se cruzó en mi mente. 

Porque al final, yo seguía siendo un humano, que sentía. Y por lo tanto, me sentía muy mal por lo que Changmin y yo estábamos haciendo. Así que, me armé de valor y me fui en busca de Yoochun, que no había sabido nada de mí desde la noche que me llamó, cuando yo ya estaba en mi casa luego de dejar a Changmin en la suya.

-Yoochun… -mi hablado fue débil, con temor e inseguridad. Había citado a Yoochun al lugar donde siempre había sido nuestro punto de encuentro. A medio camino de su casa y la mía.

-Su… -su mirada lucía triste, pero aun así me regalaba una sonrisa. Una que también reflejaba tristeza. No lo observé por mucho, pero pude notar que sus ojos estaban llorosos, ¿sabría lo que pasaría?

-¿Sucede algo? –pese a todo, mi corazón había tomado cariño por él. Quizá no tanto como para amarlo sobre Changmin, pero lo llegue a querer mucho, y claramente me preocuparía por él.

-No. Nada. Es solo que… -dio un suspiro largo, como si se quitara una gran carga de encima. –Pensé que te había sucedido algo. Te fuiste por unos días, no respondías tu celular y… nadie me decía algo de ti. –sonreí, más para tranquilizarlo y por compromiso.

-Necesitaba pensar. Estar lejos de todo lo que me atormentaba. –lo miré directamente a los ojos. Lo lamento tanto Yoochun, lamento romper ahora tu ilusión.

-¿Qué pasa? –se acercó a mí y me tomo de la mano, acariciándola con mucho cariño. Hacía más difícil todo esto.

-Necesitas estar con alguien que te ame, Yoochun. Que te ame como tú lo amas. –baje la mirada y aleje mi mano de su toque. Sentía que en cualquier momento rompería en llanto, y no sabía por qué.

-¿Qué? –intenté levantar mi mirada, y apenas lo había escuchado hablar. Sabía que sufría demasiado. Pero lo haría más si esto iba a ser más largo. El engaño debía terminar ahora.

Yo debía hacerlo.

-Yoochun, tú has ocupado un lugar muy importante en mi corazón, pero no el suficiente para que te ame. –Yoochun me miraba buscando una respuesta a todo lo que estaba pasando. Me tomó fuertemente de los hombros y agito un poco mi cuerpo, desesperado y con lágrimas cayendo por su rostro.

-¿Por qué? ¿Por qué no puedes amarme? Es Changmin, ¿verdad? ¿Todo esto es por él? ¡¿No?! –así que al final, ellos si sabían algo que yo no. Vaya tonto que creía saber todo lo que sucedía con ellos.

-Yoochun… -traté de que se calmara un poco, pero fue inútil. Vi cómo se desmoronaba frente a mí, y odiaba que esto estuviera pasando. Si bien, no quería hacerle más daño, el dolor que él sentía ahora, era inevitable. 

Yoochun me amaba. Y que la persona que amas te esté diciendo esto, era horrible. Lo sabía más que nadie. 

-Pero debo dejarte ir… -no sabía que decirle. Lo vi sin expresión alguna, por no sé cuánto tiempo. ¿Qué debía decirle? ¿Qué hacer? Mi mente se quedó en blanco. –También debes buscar tu felicidad… ya has hecho mucho por mí.

No Yoochun, yo no he hecho nada por ti. Lo único que te he hecho, es daño, siempre queriendo que sufrieras. 

-No…

Mi cuerpo comenzó a temblar, pero trate de que no lo notara. No debía ser débil. Fije mi mirada hacia un punto cualquiera, podía escuchar lo que decía, pero no prestaba atención a más nada en ese momento. Me sentí mareado por un momento, caería al suelo en cualquier momento, y eso no debía de pasar. No frente a Yoochun.

-Gracias por todo lo que me has dado. Por hacerme pensar que me amabas, por toda la felicidad que compartimos. Porque sé, que nada de eso fue fingido. Los dos disfrutamos al lado del otro. Y siempre te llevaré en mi corazón. –Detente. Hazlo ahora, haces que todo sea más difícil.

-Yoochun… -mi susurro fue más débil, y apuesto a que ni lo escuchó. 

-Sé que eres una gran persona, Junsu. De las mejores. Y debo seguir adelante, recordándote como lo mejor que me pasó. –sus lágrimas habían cesado en algún momento que no me importa recordar ahora. 
Comencé a escuchar sus pasos. Se alejaba de mí. La persona que más me ha amado, se alejaba de mí y yo no se lo impedía. 

¿Comenzaba a sentirme dependiente de lo que Yoochun sentía por mí? No. Simplemente, sus palabras me habían hecho un enorme agujero negro en mi corazón. 

Deseaba mi felicidad, aunque yo lo lastimé. Deseaba que yo fuera feliz, aún si él estuviera totalmente destrozado del corazón.

Porque aunque lo lastimé. Él seguía amándome y una enorme prueba de eso era dejándome ir, para que pudiera ser feliz. Aunque él terminara muriéndose de amor.

Y me odié nuevamente. Por ser tan egoísta hasta en esto. Porque yo debí irme antes, debí dejarlo aquí, con su dolor. Darle el último trago amargo para que me odiara, para que le fuera más fácil olvidarme.

Pero no, nuevamente él lo logró.

-Si hubieras llegado antes que Changmin… serías el único en mi corazón, Yoochun. –dije al aire. Como si fuera a escucharlo. Como si estuviera solo.

-Eso no lo sabemos. –la voz de Changmin hizo que volviera a la realidad.

Yoochun ya no estaba, en su lugar, tenía a Changmin detrás de mí, abrazándome. ¿Hace cuánto estábamos así? 

-Changmin… -deshice el abrazo, para estar frente a frente con él. –Tú y Minho… -quería saber que sucedería entre ellos. A mí ya nada me ataba a Yoochun, aunque me hubiera encantado ser su amigo. Pero eso no sería justo para él.

-Minho se encuentra muy bien, si a eso te refieres. –lo vi directamente a los ojos.

¿Changmin no pensaba terminar su relación con Minho? ¿Sería yo el amante? ¿Podría estar a su lado con eso? 

Y aún me pregunto por qué me hago todas esas preguntas. Si yo estaría siempre al lado de Changmin, si el me dijera que hizo el robo más grande de la historia, o la mejor estafa en el mundo. Yo estaría a su lado. Sin dudarlo.

Me abrace fuertemente a él, dejando fluir todas mis lágrimas que pedían salir desde varios minutos atrás. 

No sabía qué me deparaba el futuro, y no quería saberlo. Lo único que quería, era que Changmin nunca faltara a mi lado. Porque con esto, sabía que no podía darle mi amor a otro que no fuera Changmin. Él era el único para mí, y de eso, ya no cabía duda.

[/Junsu]

–  Días antes – 

-¡¿Dónde diablos está Junsu?! –Yoochun había entrado sin permiso alguno a la casa de Changmin, este último se encontraba en la sala, viendo televisión como si nada pasara.

-¡Yo que mierda voy a saber! –Changmin se levantó, más enfadado que nunca. No solo Junsu se había ido sin decirle nada, y ahora este al que apenas toleraba venía a interrumpirlo a SU casa.

-Más te vale que sea cierto –Yoochun estaba más enfadado que nunca. Y solo porque se dio cuenta que Changmin no mentía, no lo golpeaba.

-¿Qué rayos pasa? –Minho había entrado y se preocupó demasiado al ver a los mayores, tan cerca y enojados, que sabía que en cualquier momento se agarrarían a golpes.

-Junsu. Eso es lo que pasa. ¿Lo has visto? –Yoochun dio una furiosa mirada a Minho, para que dijera todo lo que sabía, en caso de que así fuera.

-N-no… -Minho respondió temeroso y bajo la mirada. Sabía ahora la razón por la cual ellos dos podían llegar a matarse incluso, en ese momento.

-No veas así a MI novio. –Changmin se colocó a un lado de Minho y lo tomo de los hombros. Minho levanto su vista y la dirigió a su pareja, no podía identificar qué era lo que Changmin tramaba en esos momentos.

-Claro, tu novio. –Yoochun resopló. –Pero cuando ves a MI novio, debo quedarme callado ¿No? –Yoochun miro hacia otro lado, tratando de controlarse.

-No sé de qué hablas. –Minho y Yoochun querían golpearlo en ese momento. Todos los presentes sabían a qué se refería.

-Changmin, por favor… -Minho se separó de Changmin, con una mirada suplicante. Ya era hora de que todos hablaran, aunque Junsu hiciera falta.

-¿Qué les sucede a ustedes? –Changmin los miro de pies a cabeza, resoplo y se dirigió a su cocina, un buen trago le venía bien en ese momento, siendo seguido por los otros dos.

-No creas que Minho y yo no sabemos lo que ustedes esconden. –Changmin enarcó una ceja hacia Yoochun, y sonrió satisfecho.

-¿Ah, sí? Y según ustedes, ¿qué escondemos Junsu y yo? –se recostó en el mueble que estaba a un lado de su refrigerador, él más que nadie quería escuchar lo que esos dos tenían que decir.

-Son amantes. –Minho dijo, con un tono bajo, como si no quisiera enfrentarse a la realidad.

-No lo somos. –Changmin dijo tranquilo. Los otros lo vieron sin comprender. –En todo caso, los amantes son otros. –los vio con burla. Se cruzó de brazos y por un momento, había olvidado para que había ido a la cocina.

Yoochun y Minho se miraron y volvieron a fijar su mirada en Changmin.

-¿Qué mierda quieres decir con eso? –Yoochun dio un paso hacia delante, pero Minho lo sostuvo del brazo para evitar que hiciera alguna locura.

-Yoochun, tú eres el amante de Junsu. Y Minho, tú el mío. –soltó unas pequeñas carcajadas.

-Ustedes están dementes. –Minho habló. Changmin entonces se calmó y le dio una mirada de muerte.

-Habla lo que quieras de mí, pero de Junsu no. –Minho se sentía morir en ese momento. Él sabía bien que Changmin no lo amaba, pero era feliz creyendo que si lo quería.

-Has arrastrado a Junsu en todo esto… lo engatusaste como a un pequeño. –Yoochun hablaba con odio. –Y sabe Dios que más le has hecho… por eso no puedo creerte que no sepas dónde está.

-En eso no miento. Realmente no sé dónde está ahora. –suspiro. –Bien. Deben irse, me cansa tener tanta gente en casa. –Changmin abrió su refrigerador y sacó la cerveza que tanto ansiaba.

-Más te vale que sea cierto que no sepas dónde está. –Yoochun salió totalmente enojado. Minho aún se quedó por un tiempo, observando a Changmin.

-¿Qué? 

-¿Nunca me quisiste? –Minho trataba de no romper en llanto frente al otro.

-Ni un poco. –abrió su lata de cerveza y dio un largo trago. 

-Junsu si quiere a Yoochun, al menos hay algo en esa relación. Pero, ¿qué hubo en la nuestra? –Minho se sintió un poco mejor cuando noto como el otro se tensaba.

-Junsu no quiere a Yoochun. Y lo nuestro fue totalmente físico. Nunca te hablé de sentimientos, así que, es tu culpa por ilusionarte. –Minho cerró los ojos, sintiendo como aquellas palabras herían más a su corazón.

-Quizá. –inhalo todo el aire posible para no llorar. –Solo espero que si ames a Junsu. Y que él no sea una víctima más de tu cruel corazón. 

-Eres un tonto. –resopló y bebió otra vez de su cerveza. Minho salió de ahí, directo a su casa, a llorar. –Idiotas. –Changmin giró los ojos y volvió a ir a su sala, para tratar de ver televisión otra vez.

La verdad era, que Changmin también estaba preocupado, pero más que todo enojado. Junsu se había ido sin despedirse, y cuando trato de contactarlo, este no le respondía las llamadas. Comenzó a preocuparse cuando no lo encontró en su casa y todo se volvió más serio cuando Yoochun le preguntó por él.

¿Dónde diablos se había metido Junsu?

– Actualidad –

[Changmin]

Abracé con más fuerza el cuerpo de Junsu, no quería que se fuera, aún si manchara con mocos mi camiseta favorita. 

-¿Dónde rayos estabas metido? –lo aparté un poco de mí, para que me respondiera.

-En la casa de mis padres. –claro, no sé por qué no lo había pensado. Junsu parecía un niño pequeño, que cuando no sabía qué hacer, iba con sus padres para sentirse seguro.

-Te fuiste toda una semana –volví a atraerlo hacia mi cuerpo. No quería que me transmitiera su tristeza o lo que sea que estuviera sintiendo él ahora.

-Debía pensar… tenía que hacerlo –se aferró más a mi cintura, y comenzaba a incomodarme porque estábamos en un lugar público.

-Junsu… -trate de alejarlo de mí, pero Junsu me lo impidió. –Vamos a tu casa. –Junsu negó.

-Déjame estar así solo un poco más, por favor… -ese tono, tan suplicante. Ese que me impedía decirle que no y solo dejarle hacer lo que deseaba.

-¿Querías a Yoochun? –respiraba tranquilo para no agitarme.

-Lo quiero mucho. 

-¿Y por qué no lo llegaste a amar? –deje de abrazarlo, pero Junsu no se apartaba de mí.

-Porque si existes tú, no podré amar a nadie más. –levantó su mirada y me miró fijamente a los ojos. No mentía. 

Junsu no amaría a otro, incluso si yo no estuviera. Me lo había hecho notar todo este tiempo. Pero había ignorado todo eso por miedo y por cuidarlo también. Amarnos como nos amamos, no es bueno para nadie, principalmente para nosotros. 

Pero si hay amor, qué importa lo demás. 

Y estaría con él todo lo que me fuera permitido, tratando de darle todo aquello que le había negado desde que nos habíamos conocido.

Amor.

Lo quería como un amigo, el mejor. Pero no lo veía como un hombre. Pero él supo cómo entrar a mi vida, y a mi corazón, y odiaba admitir eso. Pero él no lo sabría.

Que el día en que me enamoré de él, también fue el día en que lo conocí. El día en el que él también se enamoró de mí.

Pero así es la vida, tienen que pasar un sinfín de cosas, para que dos personas estén juntas. Porque son las pruebas que tienen que superar, para ver si realmente están listos para estar junto al otro. 

Y Junsu y yo lo habíamos hecho. Lastimamos a dos personas por nuestro amor. Pero ya nada me importaba, mientras él no me alejara de su vida. Mientras me amara, nada me importaría. Y tenía muy seguro, que eso sería por mucho, mucho tiempo.

[/Changmin] 

2 comentarios:

  1. Desgraciadamente así es, cuando se aman dos personas. Pero están tiene pareja solo se lastima nada más, lo mejor es hablar y decir sus sentimientos.
    Grracias

    ResponderBorrar
  2. Pensé que ya te había comentado pero al parecer no es así xD

    BUENO PUES SABETE QUE LLORÉ~ ME HICISTE LLORAR~ Y con eso digo todo >3< (?) ES QUE NO VEO A JUNSU ESTANDO SOLO CON YOOCHUN BC SI OSEA NO ;3; Además me maltrataron a mi bias ;3; Pero bueno~ Me queda decir que Min y Su fueron babosos~ Si~ Nopales~ Porque pudiendo amarse para evitar que los otros dos sufrieran~ NOOOO~ Van y hacen sus tarugadas ewe Pero es parte de la historia y sin eso no hay historia así que esta bien xD -ni yo me entiendo xD- Además casi quemo a Chami por hablarle así a Minhito bebé~ Y CONSTE QUE EL CHANGMINHO NADA MÁS NO ME CAE XD Pero MinHo es... guapo xD

    Igual gracias~ Me hiciste odiarte y así~ Aunque te odio con amor xD Como tú a mi xD Me gusto aunque llorara sangre bc masoquista se nace xD

    Gracias Mary~ —corre a leer lo demás—. xD

    ResponderBorrar

¡Gracias por dejar tu comentario!