Amor sin revelar - SiBum

Título: Amor sin revelar
Autor: Marysabel/IsabELF/Iza
Pareja(s): SiBum
Extensión: Oneshot
Género: Drama, suspenso.
Advertencias: Muerte de un personaje
Sinopsis: Lo que más se busca en este lugar es venganza. No importa si es contra a la personas que amas, o no.

Aquel chico, de una apariencia totalmente masculina, llevaba consigo en sus manos a otro chico un poco más pequeño, y débil, que él.

Sin tacto alguno lo lanzó sobre una piedra redonda que yacía en el suelo. En aquel lugar también se encontraban varias personas más. Rodeándolos.

-Perfecto, Siwon. –decía el mayor, y jefe de todos. Jungsoo.

El mencionado dio una leve inclinación, y dio unos pequeños pasos atrás.

El pobre chico que fue lanzado ahí, poco a poco despertaba. Siwon lo veía con un poco de burla y satisfacción.

-Bienvenido, Kibum. –dijo Siwon. El nombrado lo observó por un buen tiempo.

-¿Con miedo? –sonriente preguntó Jungsoo.

-Para nada. –Kibum respondió a Jungsoo, pero en ningún momento dejo de ver a Siwon. A quien tiempo atrás, jamás habría imaginado haberle hecho algo como aquello.

Muchos meses atrás, Siwon y Kibum se conocieron “por accidente” en una fiesta de Halloween. Los dos, disfrazados de vampiros. Para Kibum fue un flechazo instantáneo hacia el mayor. Para Siwon, la oportunidad perfecta para conectarse con su presa.

El tiempo pasaba, y los dos se volvieron grandes amigos. Kibum cada vez se enamoraba de Siwon. Y aunque el mayor no quería admitirlo, comenzaba a sentir algo por Kibum. Pero, para él, lo principal era cumplir con lo mandado.

Capturar a Kibum, para luego entregarlo a la corte, y matarlo.

El tiempo estipulado se había alargado, Siwon había inventado que le había costado acercarse al menor, siendo todo lo contrario.

Pero, lo único que quería era pasar más tiempo con el otro.

Siwon era uno de los vampiros más reconocidos en toda la corte. De los pocos que quedaban. Y la razón por la cual querían matar a Kibum era que este era el siguiente candidato para gobernar a los vampiros, de sangre pura.

Lo opuesto a donde pertenecía Siwon, los pecadores.

Kibum apenas comenzaba a conocer lo que él era, a lo que iba a pertenecer. Por lo que no pudo presentir que Siwon era uno de “los malos”.

De un día al otro, Kibum lo supo todo, o gran parte de lo que sucedía. Y supo, que estar con Siwon ya no podría ser.

Se sentía herido, confundido y sobre todo, enojado.

Por la persona que más ha amado.

Cuando Siwon se enteró de que Kibum sabía gran parte de lo sucedido. Decidió actuar.

Capturándolo y llevándolo a donde se encontraban el día de hoy. Aprovechando que el menor aún no podía tener facultad de sus propios poderes.

-Eres la mejor caza que he tenido. –dijo Siwon mientras se acercaba a Kibum.

-¿Quieres que te lo deje a ti? –Jungsoo se acercó también a ellos. El tener al futuro líder de los sangre pura, le era la mayor victoria de toda su eterna vida.

-Claro. –respondió alegre Siwon.

-Bien. Que comience la función. –Jungsoo vio de reojo a Kibum, quien hasta ese momento no le había dirigido la mirada para nada.

Siwon y Kibum comenzaron una lucha cuerpo a cuerpo, teniendo Kibum gran parte de la desventaja.

Para todos los presentes había sido algo aburrida. El ver como Siwon lo vencía tras cada golpe que le daba. Siwon le dio un fuerte golpe en la parte del estómago a Kibum, haciendo que este cayera de rodillas, sosteniendo su estómago y escupiendo algo de sangre.

-Esto es muy aburrido, Siwon. –dijo Jungsoo, mientras con su mano fingía taparse la boca para bostezar.

-Lo mejor…será en privado –dijo con burla. Tomó a Kibum en sus brazos, y velozmente se fue de ahí.

Todos se quedaron viendo hacia donde aquellos dos se habían ido, con total confusión.

-Sea lo que sea que harás, termínalo ya. –decía cansado Kibum.

-Lo haré a mi modo. Amor –llegaron al lugar, tan ansiado por el mayor. Siwon bajo de sus brazos a Kibum, y lo acostó debajo de un gran árbol.

-¿Por qué lo haces? –Kibum poco a poco abría los ojos, más que todo, por miedo.

-Tengo que hacerlo. Es mi deber. –Siwon se sentó a su lado.

-Entonces… mátame ahora. –pequeñas lágrimas comenzaban a recorrer el rostro del menor. Iba a morir a manos de la persona que ama.

-No quiero… aún necesito apreciarte. –le acarició su rostro, quitándole las lágrimas. Pero el menor dejaba salir más a cada momento.

-¡¿Para qué?! ¿Para ver como la persona tonta que se enamoró de ti morirá en tus manos? –dijo quitando el agarre del mayor.

Siwon lo abrazo fuertemente. Haciendo que el otro escondiera su cara en el pecho de Siwon, para llorar más.

-No digas nada de eso. –acariciaba su cabeza. –Eres muy bello. –Siwon acomodo a Kibum entre sus piernas. Teniéndolo frente a él.

-¿Qué es todo esto? –pregunto refiriéndose a la actitud cariñosa del mayor.

-Lamento que todo termine así. Me hubiera encantado terminar de una diferente manera contigo. –le dio un suave beso en el cuello.

-¿Ya vas a matarme? –cerró sus ojos.

-No. Sólo digo, lo que me hubiera gustado que pasara.

-¿Y qué es?

-El que tú y yo pudiéramos ser una pareja de verdad… -le dio un beso en la cabeza.

-Eso se podría hacer… haciendo que…

-Que todos mis compañeros mueran… ellos me dieron más que todo lo que te rodea.

-Siwon…

-Te amo Kibum…te amé… -lo abrazó fuertemente.

-Te amo Siwon… y no dejaré de hacerlo… -sonrió nostálgicamente.

-Nunca dejaré de amarte. –quitó el poco de cabello que tenía Kibum en su cuello. Para luego, insertar sus colmillos en él.

Para así, quitarle todo. Su sangre, su vida, su alma. Su amor.

-¿Ya puedo hacerlo? –un chico de piel algo pálida llego inmediatamente después que Kibum había muerto.

-Mientras más rápido, mejor. -Dijo resignado Siwon.

Aquel chico espero a que Siwon se acomodara en el suelo, teniendo el cuerpo de Kibum sobre él.

-¿Ya puedo? –preguntó algo irritado. Estaba llevando su tiempo.

-Hazlo, Heechul. –y sin esperar nada más. Heechul actuó. Clavándole una daga en el corazón del otro.  Entregándole más juventud a su cuerpo, y haciendo que aquellos amantes se encontraran en el más allá.

Para la eternidad, su amor sería recordado bajo aquel encantador árbol.

Lo triste de todo, era que uno de ellos jamás se enteraría todo lo que el otro, había hecho para que ese momento nunca llegara…