En otra vida - YooSu (Segunda Parte)

Enlace a la primera parte

Yoochun llevaba una semana sin reunirse con Changmin y Junsu; no podía soportar ver lo meloso que era el más pequeño con su pareja. Lo peor, era que Changmin tenía una manera muy peculiar de demostrar su amor por Junsu; y eso le dolía más.

Decidió volver a su rutina de esperar por alguien en el parque, aunque ahora tenía seguro que nunca llegaría. Sólo le quedaba recordar los días en que pensó que su amor llegaría a ser.

- ¿Nuevamente aquí? –se sobresaltó al escuchar la voz de Changmin. – Descuida, solamente soy yo –soltó una pequeña risa.

- ¿Junsu no está en tu apartamento? –preguntó luego de recibir la bebida que el otro le ofreció.

- Sí, está hablando con su hermano por celular. Preferí darles especio y venir a decirte algo –tomó de su bebida.

- ¿Qué cosa? –siguió mirando hacia la nada, no quería enfrentarlo.

- Ya es tiempo que sigas con tu vida. Creo que para el tiempo que llevas esperándolo, ya hubiera vuelto a éste lugar, ¿no lo crees?

- ¿Lees mi mente acaso? –ambos rieron, pero con diferente sentimiento. – Realmente, hoy venía a despedirme.

Luego de aquella tarde, Changmin no volvió a ver a Yoochun visitando el parque que quedaba frente a su casa, pero tampoco había respondido a sus llamadas o mensajes.

Yoochun estaba tratando de olvidar a Junsu y la fuerte relación que mantenía con Changmin. Por eso decidió darle un cambio a su apartamento, y se encontraba en el centro comercial para comprar nuevos artículos para su sala.

- ¿Yoochun? –el mencionado giró ante el llamado. Y deseó no haberlo hecho. – Vaya, creí que pasaría una vergüenza si no se trataba de ti –Junsu rió ante lo dicho. - ¿Qué haces por aquí?

- Yo… -dudó en responderle y huir, pero no podía hacerlo tan pronto. – Estoy renovando mi apartamento y vine a comprar unas cosas para ello.

- Renovaciones, eso me gusta –comenzaron a caminar por el lugar. - ¿Hace cuánto Changmin y yo no sabemos de ti, eh?

- Lo siento –bajó su mirada. No era por sentirse avergonzado en alejarse de ellos, simplemente ya no quería ver a Junsu y recordar lo lejano que era para él tenerlo.

- Oye~ no te sientas mal. Realmente me gustaría saber las cosas divertidas que has hecho en todo éste tiempo –Junsu le brindó una gran sonrisa. ¿Por qué la vida no le daba la oportunidad de ver esa sonrisa cada noche, antes de irse a dormir?

- No mucho, realmente. Tratando de olvidar algunas cosas que no le hacen bien a mi corazón.

- ¿Alguna ruptura? –detuvieron su caminar. – No importa lo que suceda, encontrarás a la persona correcta en algún momento –Junsu lo animó y continuó con su camino.

- El problema, es que ya lo tengo frente a mí. –Junsu se giró y notó que Yoochun no iba tras él.

- ¡Apúrate, Yoochun!

Ambos se hicieron compañía en las compras del otro. Junsu le contó que Changmin llevaba una semana fuera del país por motivos del trabajo y ese día regresaría y quería hacerle una comida de bienvenida.

Junsu le había invitado

- ¿Y cómo es que se conocieron? –Yoochun pensó que su pregunta no sería tan obvia respecto a sus sentimientos; después de todo, ¿quién no hacía dicha pregunta a una pareja?

- Changmin trabaja en la empresa de mi familia. Él comenzó desde lo más bajo y por su trabajo fue ascendiendo  -Junsu hablaba con tanto orgullo, que hirió más a Yoochun. – Su ambición e inteligencia fue lo que me enamoró de él. Tenía un carácter muy único; incluso ahora lo tiene.

- Sí, eso pude notarlo. –Junsu abrió la puerta del apartamento.

- Bienvenido nuevamente. –Ambos ingresaron, siendo recibidos por un par de maletas a un lado de la entrada. - ¿Changmin vendría más temprano y no me avisó?

Junsu caminó rápidamente dentro del apartamento, dejando atrás a Yoochun, quien realmente no quería estar en aquel lugar. Pensó en huir en ese momento, pero el silencio de algo golpeando el piso hizo que fuera hacia el lugar.

- ¿Qué fue…? –Yoochun miró las cosas que Junsu había comprado en el suelo. Cuando levantó su vista, sintió una mezcla de sentimientos.

Asombro, confusión, odio. Pero sobretodo, felicidad.

Una pequeña alegría llegó a su corazón al ver a Changmin desnudo en la cama junto a una mujer, igualmente desnuda. Observó el cuerpo de Junsu, y éste temblaba demasiado.

- Junsu, yo-

- ¿Puedes explicarlo? –la voz de Junsu también temblaba. Yoochun comenzó a caminar hacia él, por si su cuerpo no resistía más y caía. - ¿Realmente quieres que confíe en ti cuando ambos se encuentran desnudos, en la que se supone es nuestra cama?

- ¿Tiras para ambos lados? –habló la mujer, como si aquello fuera lo más normal para ella.

- Te odio. –Junsu se giró y caminó lo más rápido que su cuerpo le permitía. Estar en aquel lugar era lo que menos quería en ese momento.

Yoochun siguió a Junsu. Su corazón palpitaba demasiado fuerte y rápido. Su mente guardó el rostro de Changmin y que se había levantado para seguirlos, pero al estar desnudo, no pudo hacerlo demasiado.

Junsu caminaba sin rumbo alguno, desesperado porque un taxi se topara con él. Sus lágrimas obstruían su vista y por poco caía al no pisar bien mientras bajaba unos escalones. Quería olvidar lo que había visto, quería que todo fuera una pesadilla porque Changmin no era así.

Su vida juntos había sido de la más única y especial. Si bien Changmin no era la persona más cariñosa del mundo, pero era muy peculiar al demostrarle cuánto lo amaba. O eso era antes.

Se dirigió a un bar, quizá si bebía las cosas pasarían a un segundo plano y todo estaría mejor. Sonrió para sí mismo al notar que Yoochun lo siguió en todo momento; lo había conocido por Changmin, por lo que era probable que se quedara con el otro.

Pidió dos botellas de cerveza, sabía muy poco sobre alcohol y sólo quería algo que le raspara la garganta.

- ¿Buscas emborracharte? –Yoochun le había servido el líquido en un vaso pequeño, el cual bebió rápidamente. - ¿Tu primera vez? –preguntó con una sonrisa al ver el rostro que hizo.

- Segunda. –Respondió luego de su segundo vaso. –La primera fue cuando Changmin… un viaje que compartimos.

- Olvídalo –Yoochun le sirvió otro vaso cuando terminó el tercero.

- No es fácil –comenzó a hablar y sus lágrimas comenzaban a fluir. – Ese idiota y yo compartimos tanto… pero iba a pasar. Mi hermano me dijo que pasaría. –Bebió dos tragos más.

- ¿Tu hermano? –Yoochun comenzó a beber con Junsu, pero su tolerancia al alcohol era mucho mayor.

- Mi hermano siempre me dijo que no estuviera con él. Que era malo… pero no lo escuché –respondió en un tono que indicaba que el alcohol ya estaba en sus venas.

Yoochun no preguntó más, dejando que Junsu fuera consumido por el alcohol. Después de todo, lo necesitaba un poco; sumándole que borracho se veía más tierno de lo normal.

Pero en un momento de la noche, Junsu comenzaba a comportarse más cariñoso con él. Estaban en un lugar público, y la borrachera podía justificar la actitud de Junsu. Pero a Yoochun le preocupaba lo que podría pasar luego de eso.

- Tienes problemas con tu asquerosa pareja y ya andas de zorra con otro hombre –Yoochun se sorprendió por aquel tono. Un hombre parecido a Junsu se encontraba frente a ellos.

- ¿Disculpa? –trató de colocar a Junsu en su asiento, pero éste seguía cayendo por la borrachera.

- Me llevaré a mi hermano. Ya no puede estar con hombres por lo que le queda de vida –comenzó a tomar a Junsu en brazos pero Yoochun se lo impidió.

- ¿Cómo sabes que tiene problemas con su pareja? –el hombre no parecía nada cariñoso con su hermano, mucho menos con la pareja de éste.

- Es algo que no te incumbe. –Alejó a Yoochun. – Lárgate.

- Eres el culpable de que aquella mujer estuviera en la cama de Changmin y Junsu, ¿cierto?

- He dicho que te largues –mandó entre dientes. Estaba más que irritado.

- No. ¿Sabes cuánto daño le has hecho? –Yoochun tomó a Junsu en sus brazos, apartándolo del otro.

- Me importa muy poco. Junsu conocerá a una mujer y todo ese problema será olvidado. –Intentó tomar a su hermano, pero Yoochun lo impidió con fuerza.

- Ya veo el problema. –Yoochun sacó su billetera y dejó dinero sobre la mesa por todo lo que habían consumido. – Junsu no estará con personas que no lo aceptan tal cuál es.

- ¿Acaso eres otro marica de mierda? –habló con odio.

- Seré lo que quieras, pero al menos acepto y amo a Junsu por lo que es. –El hombre parecía que quería matarlo en ese mismo lugar.

A Yoochun poco le importó. Tomó a Junsu como pudo y salió del bar, llamando a un taxi para poder llevarlo a su casa.

Su corazón dolía, en todo el tiempo que había acompañado a Junsu en aquel bar, había pensado en formas para conquistar al otro. Si Changmin lo había alejado así de su vida, él no lo echaría a perder.

Pero sabiendo la verdad detrás de toda esa escena, sus esperanzas volvían a cero. Aunque no sabía cómo las cosas se habían dado, Changmin realmente amaba a Junsu, y eso era algo que no podía cambiar por más que intentara.

Como tampoco podía borrar a Changmin del corazón de Junsu en cuestión de horas.

Yoochun arropó a Junsu en su cama, observándolo dormir por un tiempo.

- A-agua… -pidió entre sueños. Yoochun obedeció sin problema.

Junsu se había sentado en la cama, se encontraba entre dormido y todavía borracho.

- Debes descansar –trató de acostar al otro, pero éste lo tomó de los brazos y acercó sus labios para un beso.

Junsu torpemente bajó a la camisa de Yoochun, tratando de desabotonarla; besando más fuerte y torpe.

- Por favor… no me dejes –Junsu siguió besando como pudo. – No me dejes… Changmin…

Yoochun se apartó rápidamente al escuchar aquel nombre. Lo quemaba, le hería totalmente el corazón.

Junsu se quedó en su casa los siguientes dos días. No le molestaba para nada, verlo al regresar de un agitado día de trabajo era algo que deseaba para toda su vida. Pero Junsu poco quería saber del mundo en ese tiempo, y por eso lo hacía difícil para él.

Pero al tercer día había logrado que el otro saliera con él a comer fuera. Pero lo que había hecho, era concertar una cita con Changmin.

- Me has traicionado, Yoochun –habló con dolor. Y aunque le dolía, tanto esas palabras como lo que hacía en ese momento, sabía que era lo correcto.

- Escúchame antes de que te marches –le tomó la mano para que se sentara y no se fuera. – Tu hermano hizo todo éste problema.

- ¿Junho? ¿Qué tratas de hacer? ¿Le metiste tus locas ideas, acaso? –Junsu miró más furioso a Changmin.

- Te juro que no son ideas mías, y ahora Yoochun lo sabe. –Changmin se miraba tranquilo como siempre. Pero Yoochun sabía que eso era nada más una fachada.

- El día en que pasó todo, cuando te encontrabas demasiado borracho como para saber en dónde te encontrabas, tu hermano llegó. –Yoochun soltó la mano de Junsu, comenzando a notar la mirada que Changmin le daba.

- ¿Qué dijo? –Junsu preguntó con un poco de miedo.

- Que no salías de tu antigua relación para estar con alguien más. –No le diría aquellas hirientes palabras. No merecía ese dolor por parte de alguien que se suponía debía amarte pese a todo. – Claramente él no podía saber lo que estabas pasando si no habías hablado con él para nada.

- No… no lo hice –Junsu bajó la mirada.

- Yo puedo explicarte con detalle lo que sucedió. –Changmin intentó tomar la mano de Junsu, pero éste se lo impidió.

- Entonces los dejaré hablar. –Junsu lo miró, como queriendo decir algo pero su voz no pronunció palabra.

Yoochun supo desde el primer paso que dio fuera de aquel restaurante, que nunca más vería a Junsu y a Changmin por gusto propio.

Que ellos dos arreglarían sus problemas y seguirían con su perfecta relación. Tal como estuvieron en todos esos años. Nada de lo que dijera o sintiera cambiaría las cosas entre ellos dos.

Sonrió para sus adentros, volviendo a imaginar cómo sería una vida junto a Junsu. Sus días nunca serían iguales, eso era algo que podía asegurar. Pero en esa vida no le había tocado compartir algo tan mágico con una persona tan especial.

Quizá en otra vida podría. O podía ser que en la actual encontraría a alguien que se acercara demasiado a lo que Changmin y Junsu compartían; incluso hasta mejor.

Pero era algo que debía averiguar con el pasar de los días.

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Lamento la enorme demora. Ena, Santa te traerá un mejor regalo, lo prometo.

Gracias por leer y comentar.